La avanzada de Henri Falcón, por Douglas Zabala (@douglazabala)
Asistí al evento convocado la semana pasada en Caracas, por el gobernador del Estado Lara. Siempre, al igual como le ha podido suceder en las últimas décadas a un militante de izquierda en este país, he estado ligado a los procesos de división y formación de nuevas agrupaciones políticas, que orbitan en ese debate intenso e inagotable, sobre las masas descarriadas y desprovistas de gobiernos que le sirva a los llamados, donde más de una vez fueron citadas para redimir en el salvador de turno, sus penas y sus glorias.
A cualquiera que se le ocurra ojear el portal del novel movimiento político, fundado y presidido a nivel nacional por este ex chavista, encontrará que el Progresismo es más que una postura ideológica, sustentada en los valores de la verdad, la justicia y la solidaridad, para alcanzar el bienestar material y espiritual a través de un verdadero y efectivo desarrollo económico en sintonía con el progreso humano, en equilibrio con el ambiente y en el marco de una verdadera democracia participativa y protagónica.
Ahora bien, esta concepción que a primera vista no pasaría de ser un simple enunciado, tiene sus raíces en ese esfuerzo antes mencionado, donde hombres y mujeres como Andrea Tavares, Teodoro Petkoft, Américo Martin, Héctor Pérez Marcano, Alfredo Ramos, Andrés Velásquez, Liborio Guaruya, Luis Miquilena, Margarita López Maya, Eduardo Semtei y el conjunto de activistas que desde los días del desaparecido Frente Progresista por el Cambio, se vieron las caras por primera vez en el Domo Bolivariano de Barquisimeto.
El progresismo en sí mismo, no puede ser visto como una nueva ideología o la simple búsqueda pragmática a las respuestas que solicita el ciudadano ante sus angustiantes problemas. Ya lo decía el propio Henri Falcón, en su alocución ante los más de 500 dirigentes políticos, proveniente de todos los estados del país, que se dieron cita este jueves 30 de Julio en Caracas. El progresismo tiene su fundamento filosófico y político en los valores de la democracia, la libertad, la igualdad y por su puesto en el accionar del pueblo.
Si ayer en el segundo encuentro nacional del aquel Frente Progresista por el Cambio, hubo algunos esbozos de esta nueva iniciativa política, hoy con una perseverancia inaudita, insiste Falcón, en señalar que la convicción de ser progresista exige avanzar priorizando lo social y lo económico, buscando un espacio para los más necesitados sin importar su ideología política. Cuando hablamos de progresismo nos referimos a reconocernos, a trascender las diferencias, a reconciliarnos como hermanos. La gente en la calle no está pendiente de las peleas políticas, la gente lo que quiere son respuestas a sus necesidades.
A decir verdad y así lo han venido reflejando las encuestas, el venezolano está agotado de tanta polarización y enfrentamiento inútil. También nuestra sociedad ha comenzado a dar un giro más allá de los que muchos imaginan. Me atrevería a decir que a pesar de las calamidades que nos ha traído este ensayo socialista, con sus ribetes al peor estilo del viejo socialismo que está haciendo agua en la Cuba fidelista, ya el país cambió. No es de a gratis los resultados arrojados por la mayorías de las empresas encuestadoras, donde hablan de altísimos rechazos al modelo fracasado, surgido al calor del 4 F.
Nuevos liderazgos en el tablero político nacional como el de Henri Falcón, dan cuentas de estos desplazamientos hacia un país despolarizado; él lo sabe, y pacientemente, pero con equilibrio y sin estridencia en el discurso, empuja su Avanzada Progresista en medio de este proceloso mar hacia el mismo puerto donde la mayoría desea llegar; hacia una patria de iguales, productiva y sin revanchismos políticos. No en balde, en el recién encuentro con sus militantes los convocó a unir, sumar y avanzar en la construcción de este nuevo proyecto político, que a cientos de miles de ciudadanos emociona.
DC/ Abog. Douglas Zabala/ @douglazabala