El agua micelar, tal como su nombre indica, está compuesta de partículas denominadas micelas, que se encargan de limpiar, hidratar y tonificar tu piel. Es una gran aliada a la hora de desmaquillarse, pues funciona igual que el tónico desmaquillante pero, además, con mayor acción hidratante.
Para utilizar el producto, se recomienda la aplicación con unos discos de algodón, porque ese material no irrita la piel. Debemos hacerlo con pequeños toques, en lugar de arrastrarlo con el algodón por la cara.
Si aún no te ha convencido, aquí te damos 5 razones por las que puedes y debes incorporarlo a tu rutina de belleza.
1. Retira (muy efectivamente) el maquillaje
Las moléculas del agua micelar son grasas, y siguiendo el principio de atracción de aceite, el agua micelar actúa como un imán, cogiendo la grasa y suciedad de tu piel y dejándola en el algodón.
2. Hidrata y nutre la piel
Sin jabón, alcohol u otras sustancias químicas dañinas que sequen la piel, el agua micelar deja tu piel bien hidratada y con brillo y luminosidad.
3. Vale para cualquier tipo de piel
Utilizada originariamente por las mujeres parisinas como alternativa al agua turbia para lavarse la cara, el agua micelar es un producto suave, no irritante, y perfecto para cualquier tipo de piel (incluso las más sensibles).
4. Ayuda a mantener la piel limpia y sin impurezas
Aunque existen fórmulas para la piel propensa al acné, todas las aguas micelares funcionan también para pieles con tendencia acneica. Además, debido a que no es necesario utilizar toalla después de la aplicación, no hay roce que pueda causar enrojecimiento o irritación.
5. Es perfecta para viajar ligera de equipaje
Piénsalo, ya no necesitas cargar con un desmaquillante, jabón de cara, tónico, crema hidratante… Con un solo producto se te soluciona todo a la vez.
Fuente: DC|Cosmpolitan