El dirigente político Roberto Enríquez declaró que la medida en su contra por parte del TSJ, que lo suspendió de la dirección nacional de Copei y nombró a Pedro Urrieta Figueredo como presidente, “es un vulgar golpe de Estado”.
En su opinión, se han desatado las maquinarias de la ambición, la envidia y el servilismo. “Estamos en presencia de una operación macabra”.
En el programa Primera Página de Globovisión, dijo que la decisión del TSJ está totalmente desapegada al estado de derecho porque nombra presidente a quien introduce un reclamo y es como que alguien acuda a esa institución para reclamar algo contra el presidente Nicolás Maduro y el Máximo Tribunal le otorgue el cargo de Jefe de Estado.
Desde su punto de vista, quienes introdujeron el recurso deberían hacer la consulta que piden, renunciar y permitir que Cope retome la legalidad y se reincorpore a la MUD.
Manifestó que el Copei legítimo, “que soy yo”, no se va a prestar a una maniobra para quebrar la unidad de la oposición. “Hoy Copei está llorando, pero no va a traicionar a Venezuela. Si por la unidad nos tenemos que cortar un brazo, nos lo vamos a cortar”.
Enríquez aseveró que Copei sigue en la unidad y que si ésta ha sufrido dificultades se debe a que el Gobierno “está metiendo la cuchara”.
Fuente: DC|Globovisión