1. Haz una prueba. Los perros como los humanos necesitan hacer ejercicio a diario para crecer sanos y felices, pero también, como los humanos, tienen muchas veces sobrepeso o pueden padecer alguna enfermedad que afecte a su rendimiento físico. Además todas las razas no están preparadas para correr largas distancias ni lo disfrutan pero casi todos pueden aprender a ser buenos compañeros de carrera.
2. No des por hecho que tu perro es un gran corredor. Ten en cuenta la edad, la salud y la raza de tu perro antes de llevarlo a correr. Recuerda que los perros de mas edad suelen tener problemas articulares y, los pequeños, las extremidades cortas. Otras razas de nariz pequeña como los chihuahua o los bulldogs pueden tener problemas de respiración por el esfuerzo físico.
3. Haz una visita al veterinario. Si no estás segura de que tu perro vaya a disfrutar del running, llévalo antes al veterinario para que sea él quien determine si hay algún impedimento importante para que tu mascota te acompañe a correr. Quizás le recomienden ajustar la dieta o tomar algún suplemento.
4. Abstente de llevarlo a correr si es un cachorro. Esta actividad puede dañar las articulaciones y los huesos de un perro demasiado joven que aún están en proceso de crecimiento. Cada raza tiene ritmos diferentes de crecimiento y es más seguro que un veterinario determine si los cartílagos que están al final de los huesos ya están totalmente formados o aún está creciendo. Si es así, no debes llevarlo a correr.
5. Empieza despacio. Al igual que un ser humano, un perro de vida sedentaria, que ha pasado buena parte de su vida en el sofá, no debe empezar a correr a gran intensidad y distancias muy largas desde el principio. Exactamente igual que en un humano se dispararía el riesgo de sufrir una lesión. La actividad física debe ser progresiva, y lo ideal es combinar intervalos de correr y caminar.
6. No te saltes el calentamiento. Estás harta de que te lo digan, pero suprimir esta fase de un entrenamiento es la manera más fácil de lesionarse. Y ahora también le puede pasar a tu perro. El calentamiento prepara los músculos y te protege contra las lesiones. Aprovecha el calentamiento para que tu perro explore la zona y haga sus necesidades.
7. Enséñale a tu perro a obedecer órdenes básicas. Por su seguridad debes enseñarle a obedecer órdenes básicas que le servirán para cruzar las calles e interactuar con otras personas y mascotas. Además conviene que obedezca y que no se detenga ante cada árbol porque, si lo hace, tu entrenamiento perderá intensidad y será como sacar a pasear al perro.
DC|MH