En una encuesta reciente, el Wall Street Journal reveló que un 40% de los entrevistados han tenido un romance de oficina en algún momento de su carrera laboral. Ahora, la pregunta es: ¿será conveniente? En EME te dejamos algunas de las razones para no sostener esta tipo de relaciones.
1. Estos encuentros amorosos se pueden traducir en ciertos favoritismos y conflictos de intereses.
2. Se entorpece el clima laboral. En especial, cuando se trata de una relación entre superiores y subordinados, esto puede llegar a generar tratos injustos y poco éticos.
3. Según las encuestas, en la mayoría de las situaciones se presenta que el jefe hombre está casado y tiene una relación con una subordinada casada o soltera. Ambos se ven envueltos en una situación complicada, en la que no declaran oficialmente el amorío y lo mantienen oculto.
4. Está comprobado que los romances laborales tienden a crear inconvenientes en el desempeño y rendimiento laboral.
5. Rumores, envidias y resentimientos. Otros empleados se ven afectados por este tipo de situaciones, ya que se sienten con menos beneficios y oportunidades en comparación al “empleado favorito”.
6. Todo puede culminar en que los implicados sean despedidos o trasladados a distintas áreas de la compañía. Y en el peor de los casos, muchos renunciarán para evitar ser víctimas de ofensas.
DC|EM