Este dilema sexual resulta una verdadera paradoja, especialmente las mujeres; y creeríamos que nosotras nos confundimos más que los hombres, porque parece que hasta cierto punto seguimos dudando sí fue una buena idea terminar o no la relación anterior… Pero antes de re-contactar a tu ex, ¡espera!; porque el disfrute sexual nada tiene que ver –o muy poco- con el amor que le tenías.
Además de los cambios obvios en tu vida amorosa y que se trata de una persona completamente distinta al ex: su olor, cómo te besa, dónde y cómo te toca, sus dimensiones, y hasta la forma como te seduce; si a todo esto le sumas la cuota de tensión adicional que le agregamos a la relación, puedes comenzar a identificar las alarmas que están saboteando tu placer sexual.
En principio, realmente somos seres humanos apegados a nuestros hábitos y, en el buen sentido, las relaciones de larga data nos acostumbran a cierto tipo de guiones sexuales que nos ofrecen seguridad, confort, confianza y en esta medida también orgasmos; por eso, cuando la dinámica cambia y sobre todo en los próximos “nuevos encuentros” quizás la novedad se apodera de tu atención, haciendo más cuesta arriba la llegada del orgasmo.
Entonces, lo mejor sería que te dedicaras a controlar lo que puedes, y es justamente tu cuerpo; tu nivel de deseo sexual y tu performance, que es lo único que no hay cambiado de manera significativa. Y mas allá de dejarte llevar, te invito a abrir todos tus sentidos y crear conciencia sobre lo que realmente te gusta, y cómo te gusta ser estimulada en términos eróticos.
Sin caer en comparaciones o en el ping-pong de el otro hacia esto: “pero este hace esto otro”, lo mejor sería que en solitario, repases qué formas de estimulación realmente te encantan, excitan y alborotan tu deseo sexual; y una vez que tengas este panorama más o menos definido, puedas comenzar a actuarlo en el próximo encuentro sexual que compartas con tu nuevo amor.
Este momento de crisis, puede resultar justamente el instante para lograr el borrón y cuenta nueva de tu vida sexual; entonces si existe algo que desees modificar, y como la relación justamente está por comenzar, nunca existirá un mejor momento para cambiar las reglas del juego a tu favor que ahora. Desde esta perspectiva la negociación es entre tu nuevo yo sexual y tu nuevo amor; lejos de los recuerdos, fantasmas o anécdotas que pertenecen al pasado.
También, sirve de mucho dedicar las primeras sesiones sexuales para la estimulación no penetrativa; porque ofrece la oportunidad de conocer con mayor detalle el mapa erógeno de cada uno. Además, a este diálogo le pueden agregar trucos y detalles eróticos que hacen más amena la conversación; por ejemplo: intercambiando post-it con acciones eróticas sobre los puntos sensibles de cada uno, para destacar el cómo les gusta ser estimulados, además de localizar muy bien la región para evitar futuros errores.
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