El Foro De Sao Paulo es creado por Fidel Castro en 1990, con el propósito de ser un aparato unificador del comunismo en toda América Latina. Su intención fue dar un nuevo aliento al régimen comunista de Cuba tras la caída del muro de Berlín y el descenso en picada de la Unión Soviética. La idea en 1990 era tomar inicialmente el control de dos países poderosos de Latinoamérica: Brasil y Venezuela para de allí financiar la rendición del resto a los pies del castrismo y su comunismo. Efectivamente, tras el golpe militar dado en Venezuela por el actual “comandante eternamente enterrado” y su camarilla al Presidente Carlos Andrés Pérez, comienzan a gestarse situaciones políticas que favorecen en diciembre de 1998, el triunfo de Chávez.
Fidel antes, y Raúl después, con ese triunfo comienzan a tomar control de todo el espectro político y económico de Venezuela, hasta el punto, que hoy, controlan absolutamente el Estado y las instituciones republicanas. Venezuela, con los recursos proporcionados por la venta de su principal producto de exportación, el petróleo, y con los altos precios del mismo en ese mercado, da soporte efectivo al plan inicial del Foro de Sao Paulo, de expandir por todo el continente la ideología comunista. Además de Venezuela, se incorpora prontamente al plan original, Brasil, con la llegada a la Presidencia en el año 2002 de Luiz Inácio “Lula” Da Silva. Igualmente Fidel, Chávez y Lula, con la “chequera venezolana que camina por América Latina” financian a los movimientos denominados de izquierda en Argentina, Ecuador, Bolivia, Nicaragua, El Salvador, Perú, Paraguay, Uruguay, entre otros y buscan al mismo tiempo la interrelación intrínseca, dentro de sus malévolos planes, con grupos terroristas del mundo para que coadyuven con sus planes expansivos.
Ese financiamiento al comunismo en el mundo, lleva a sus principales dirigentes a cometer infinidades de tropelías; la corrupción se convierte en el lubricante especial de ese engranaje ideológico y se institucionalizó como “filosofía de acción” de los regímenes en el poder. En Venezuela, PDVSA, que antes de la llegada de los neocomunistas, era una de las cinco empresas más exitosas del mundo, fue siquitrillada y arruinada por los propósitos de ideologización continental. Hoy, es imposible conseguir un espacio, no solo en PDVSA, sino en el contexto global del régimen que no haya sido penetrada por el virus mortal de la corrupción. En Brasil, ocurre lo mismo, no hay decencia gubernamental (pareciera que la historia marcó para siempre, a los comunistas, bajo el influjo de la corrupción), PETROBRAS está en la picota investigativa de un Estado que aun muestra fortaleza institucional y que es capaz en base a su independencia de poderes, acusar y llevar a la cárcel a los principales delincuentes, que en función de sus actividades gubernamentales, dilapidaron y malversaron los recursos del Estado y negociaron con entes privados, bajo cuerda, contratos totalmente leoninos con el gobierno de Lula y de Rouseff.
José Dirceu, mano derecha por años de Lula, fue sentenciado a 11 años de prisión, por ser autor de un plan masivo de compra de votos en el congreso cuando era Presidente Lula (Mensalao) y hoy, nuevamente la justicia brasilera lo acusa de ser figura central en el escándalo de corrupción de PETROBRAS que sacude los cimientos del PT (partido de los Trabajadores, fundado por Lula) y donde se involucran en misteriosos proyectos a Lula, Chávez, Fidel y Raúl. Por estos casos hay detenidos más de 25 personas, entre políticos del PT y empresarios. Próximamente, se habla en la sociedad brasilera, habrá la detención del mismísimo Lula y la acusación formal contra la Rousseff. En nuestro país, después del 6D se comenzará a conocer la dimensión de la corrupción cometida por el difunto y por el engendro heredero, es decir, cuando desde la AN rescatemos el Estado de Derecho. Vistos otros acontecimientos de “delitos contra el erario nacional” en otros países gobernados por miembros activos del Foro de Sao Paulo, podemos señalar, inequívocamente, que ese centro ideológico, comunista, es un “antro de corrupción”, conformado, en su gran mayoría, por delincuentes profesionales y de mala reputación, y que producen terror y repulsión en la sociedad.
DC / Marlon S Jiménez García / Profesor Universitario / Marjimgar54@hotmail.com.