En un futuro no muy lejano un moderno autobús llegará a una espaciosa estación equipada con máquinas automáticas de billetes, bastidores de periódicos, y quizás puestos de café y pastelería. Los pasajeros abordarían desde un andén perfectamente alineado con las puertas del autobús para que los viajeros no tengan que subir escalones.
Ese tipo de servicio bien puede arribar a una calle o avenida cerca de su barrio tal vez en siete u ocho años.
Las autoridades del transporte en Miami-Dade están explorando seriamente la viabilidad de construir tres rutas del sistema conocido como Tránsito Rápido o Bus Rapid Transit (BRT) con autobuses articulados que operarían en carriles exclusivos y recogerían pasajeros en estaciones que se asemejarían a andenes para trenes. Los pasajeros subirían al autobús como si se embarcaran en un vagón del Metrorail.
El servicio BRT local sería similar a los sistemas que ya están en funcionamiento en Cleveland, Ohio, y un puñado de otras ciudades de Estados Unidos, así como los que existen en Brasil, Colombia y México.
“Hemos estado pensando acerca de este concepto desde hace muchos años”, dijo Jesús Guerra, director ejecutivo interino de la Organización de Planificación Metropolitana (MPO), la agencia de planes del transporte del condado. Guerra describió el proyecto durante una entrevista reciente.
En febrero último, el la junta de gobierno del MPO aprobó la implementación de un estudio conocido como Proyecto, Desarrollo y Medio Ambiente o PD & E, por sus siglas en inglés, para el posible establecimiento de tres rutas BRT.
Una correría a lo largo de la Avenida 27 hasta el límite con el Condado Broward. La segunda iría por la Calle Flagler desde la Avenida 107 del noroeste cerca de la Universidad Internacional de Florida (FIU) hasta el downtown, y la tercera por la Calle Kendall Drive desde la Avenida 167 hasta Dadeland.
Las rutas son un esfuerzo de la junta de gobierno del MPO para mostrar al público que puede llevar a cabo un proyecto de transporte asequible en lugar de dedicarse solamente a la planificación de costosas líneas de Metrorail que tal vez nunca se lleguen a construir.
Por ejemplo, la nueva ruta de 2.4 millas del Metrorail a MIA costó $506 millones. Se espera que una ruta de BRT llegue a costar alrededor de $150 millones.
Además del MPO, el Departamento del Transporte de la Florida (FDOT), y el Departamento del Transporte de Miami-Dade (MDT) también están colaborando juntos en este proyecto.
El servicio, si es en realidad se construye, marcará un cambio radical con los sistemas actuales de autobuses en las ciudades estadounidenses donde estos vehículos operan dentro de tráfico regular y recogen a los pasajeros ya sea en las esquinas de las calles, o en paradas al aire libre o cubiertas por techos endebles. El llamado South Miami-Dade Busway, una carretera dedicada a los autobuses, es una excepción — pero incluso este servicio no llega al nivel de un BRT.
Una ruta BRT se asemeja más a una línea de Metrorail. Los autobuses, todos del tipo articulado, corren por carriles exclusivos, ya sea a la miktad de la calle o avenida o a la derecha — junto a las aceras. Los autobuses recogen pasajeros en instalaciones que se asemejan a las plataformas elevada de una línea de tren estilo Metrorail.
Estos sistemas BRT han estado funcionando durante varios años en América Latina. Por ejemplo, Curitiba, en Brasil, fue una ciudad pionera del sistema en el mundo.
Posteriormente Colombia y México siguieron el ejemplo con servicios similares – el famoso sistema TransMilenio en Bogotá y el Metrobús de la Ciudad de México cuya primera ruta fue a lo largo de la famosa avenida Insurgentes de la capital mexicana.