El pasado 10 abril Tony Ruiz logró par de hechos significativos, uno llegar a 100 victorias en su carrera en la Liga Profesional de Baloncesto de Venezuela (LPB) y la otra poder ganarle a Cocodrilos, por vez primera en su feudo, desde que dirige en el país a su llegada al circuito rentado criollo en 2008.
El tiempo de Dios es perfecto. El año pasado fue muy complicado para mí al no poder terminar mis compromisos por los problemas de salud que presenté. No puedo negar que me fui con un mal sabor en la boca, al no poder terminar lo que empecé y ahora venir en el 2013 con un reto de altas dimensiones como el de Gaiteros ya que este equipo lo tomé en el último lugar, siendo un desafío personal; sumando que muchos pensaban que no andaba en las mejores condiciones para dirigir a este nivel, aseguró Ruiz antes de la práctica del jueves por la noche.
Ni corto ni perezoso acepté este nuevo reto que me daba la vida y me encaminé a enfrentarlo. Reitero que debo darle gracias a Dios a mi familia que me han acompañado en estos momentos tan importantes, acotó.
Ruiz comenzó su campaña con los zulianos habiendo dirigidos en 156 partidos en la liga con una marca de 84 ganancias.
Cien victorias son cien victorias más aún de la forma como se trabajó para lograrla; poder barrer a Cocodrilos un quinteto que nunca le había podido vencer en su feudo la hace más especial aseguró.
El puertorriqueño está consciente que la gran campaña que vive un peso importante lo tienen sus jugadores, por eso no deja de agradecerle a su plantilla por los logros obtenidos hasta la fecha.
No puedo obviar darles el crédito a mis jugadores, esos obreros que día a día se sacrifican por una camiseta; por una causa.
Ni el propio Ruiz se imaginaba la manera cómo iba a conseguir el centenar de triunfos en la LPB y Dios, al mejor estilo cinematográfico, le tenía preparado el mejor de los guiones.
El baloncesto es un deporte especial, que conjuga muchas cosas para darte alegrías incalculables. Un juego que lo perdíamos por dos puntos faltando par de minutos y que un paisano como Filiberto pueda encestar una pelota así en escasos segundos de sonar la chicharra es como describir el guión de una novela, aseguró Tony aún sorprendido y emocionado.
Lo curioso de todo es que Filiberto era el único jugador que estaba al tanto de la cifra que podía alcanzar y antes del partido me había prometido la victoria diciéndome esta va por ti, confesó.
A veces cada ganancia tiene un valor sentimental en los entrenadores, pero el boricua fue tajante en afirmar que las 100 victorias en Venezuela tienen el mismo peso histórico en su currículo.
Todas las victorias tienen un significado diferente. Toda ganancia tiene su pique, como lo digo yo, su algo interesante. De la primera a la última todas tienen un valor especial. Pero la primera y la 100 quedaron atrás ahora yo voy por más y más ya que el baloncesto es mi pasión y lo queda es seguir trabajando ya que esta liga, LPB, es muy competitiva.
Su marca 17-11 con Gaiteros han hecho que todas las miradas se centren en el Belisario, pues ya los entendidos del baloncesto venezolano le tienen como una fija para llevarse el Entrenador del Año en su versión 2013.
Por ahora no estoy pensando en los premios individuales. Mi trabajo aquí es poder seguir obteniendo triunfos e ir pensando en cada situación que nos pueda presentar lo que resta de temporada, finalizó.
Nota de prensa