El presidente Juan Carlos Varela anunció el lunes la construcción de un albergue para 500 personas con el fin de atender el flujo de inmigrantes africanos que ingresa a pie a Panamá desde Colombia a través de la provincia de Darién.
Varela, su esposa y funcionarios de seguridad visitaron un albergue que opera en instalaciones de la Iglesia católica, el cual tiene capacidad para cien personas. El lugar estaba lleno de inmigrantes cuando el presidente hizo la visita y en el transcurso de la semana se espera la llegada de unas 150 personas más.
El gobernante, que visita por tercera vez esas instalaciones, conversó con los inmigrantes y les preguntó sobre sus necesidades. Deseaban principalmente artículos de aseo personal, medicamentos y colchones, dijo a The Associated Press.
Buena parte de los migrantes que estaban en el albergue son de Nepal, país del que salieron luego del terremoto devastador que sufrió. También hay de Eritrea y de Somalia.
«Este es un tema humanitario», dijo el gobernante. «Mi abuelo también fue inmigrante, salió del norte de España huyendo a la pobreza y vino aquí hace más de 120 años… Las razones por las cuales vino a Panamá son las mismas razones por las cuales esta gente está yendo a Norteamérica».
El presidente comentó que muchos de estos inmigrantes tienen familiares en Estados Unidos. En general, señaló, la ruta que siguen en el hemisferio comienza en Brasil, de donde continúan hacia Ecuador y Colombia. De este último parten hacia Panamá a través de la selva entre ambos países.
Los migrantes «generalmente no pasan mucho tiempo en el albergue; unos siete días mientras se hacen las averiguaciones para corroborar que no son terroristas o delincuentes», dijo el director de migración, Javier Carrillo. Si sus documentos están en regla se les otorga una especie de salvoconducto para que puedan salir de Panamá.
Varela agregó que a ellos se les permite el tránsito debido que «no hay ningún tipo de protocolo que nos permita enviarlos a los países de origen; se les da una asistencia humanitaria como un país responsable con un tema de derechos humanos».
Tan solo en julio las autoridades migratorias han registrado la entrada de 2,332 extranjeros a través de la frontera con Colombia. De ellos 1,918 eran cubanos, seguidos de 215 de Nepal y en menor cantidad de Somalia y Bangladesh. La gran mayoría de los cubanos atraviesa la frontera colombo-panameña por el norte caribeño en la comarca indígena de Guna Yala, y llegan a los controles migratorios en Puerto Obaldía.
La visita del presidente panameño al albergue se dio después de un acto en que dio la orden de proceder para la rehabilitación de un tramo carretero de 102 kilómetros entre la localidad de Aguas Frías y Yaviza, Darién, en donde se corta la carretera Panamericana, por un costo de $150 millones. Estos trabajos son el punto de partida para otros proyectos de inversión pública ya licitados, por un valor de unos $5,000 millones.
«Esto marca un punto de inflexión» en Darién, destacó Varela, quien consideró que esta provincia será vital para la futura seguridad alimentaria de Panamá. A pesar de sus dificultades de acceso y la poca población que tiene, la provincia genera el 20% de la producción ganadera, leche y arroz del país, agregó.
El gobierno no contempla abrir el tapón selvático del Darién para conectar a Panamá con Colombia por tierra, señaló, aunque sí aspira a cristalizar el ambicioso plan de interconexión energética con la vecina nación.
«En este momento la prioridad mía y del presidente (colombiano Juan Manuel) Santos es la interconexión eléctrica de 400 megavatios que sin duda alguna va a integrar más la región», manifestó el líder centrista a la AP. «Nosotros sentimos que prácticamente con Colombia lo que hay es una conectividad aérea muy fuerte y viene una conectividad marítima mucho más grande con la ampliación del canal».
Muchos puertos colombianos se están preparando para la expansión canalera, añadió, que debe estar lista en el primer trimestre del 2016, según las autoridades.
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