No es que él necesite el dinero, precisamente, pero Donald Trump ha recibido un cheque de $22,718 de manos del Condado Miami-Dade.
El dinero representa la devolución de un depósito de $25,000 que presentó el año pasado la organización de Trump cuando él organizó un esfuerzo para asumir la administración del campo de golf condal de Crandon Park. Trump retiró el plan el 1 de mayo tras enfrentar resistencia por parte de los comisionados del Condado, en uno de sus últimos episodios de intentar un acuerdo de negocios antes de lanzarse en junio a su campaña presidencial para el 2016.
Para un magnate y una celebridad cuyo patrimonio según se reporta pasa de $10,000 millones, un depósito de $25,000 no representa una cantidad de dinero significativa. Según reportes financieros entregados por él como parte de su campaña presidencial, Trump ganó $362 millones en el 2014. Le debe haber tomado alrededor de 33 minutos para ganar los $22,718.63 que Miami-Dade pagó a Trump Golf Acquisitions LLC.
La oferta de Crandon por parte de Trump comenzó cuando él jugaba golf allí con el alcalde de Miami-Dade Carlos Giménez en el otoño del 2013. Giménez rechazó el interés de Trump en comprar el campo costero de golf, pero dijo que un contrato para administrarlo era una posibilidad, acuerdo con un resumen del asunto compilado por la junta de ética del Condado.
El 1 de julio del 2014, Trump presentó una propuesta de 10 páginas exponiendo su proyecto para Crandon. El ofreció una renovación de $10 millones del campo de golf a cambio de un contrato de administración de 99 años que lo preservaría como parque público pero daría a la organización de Trump el control de sus operaciones y horario de juegos de golf, en una instalación que informó una pérdida de $360,000 en el 2014.
Fieles de Crandon Park cuestionaron por qué el conocido campo de golf público necesitaba ser rescatado por el dueño de una cadena de exclusivos campos de golf conocidos por sus precios de cinco estrellas.
La propuesta de Trump fue considerada como “no solicitada” aunque Trump había intercambiado cartas acerca de la misma con Giménez y despachado a uno de sus principales asistentes, Ed Russo, para que se reuniera con el alcalde y su oficina a inicios del 2014. Para que se tuviera en cuenta su propuesta, Trump tuvo primero que pagar a Miami-Dade $25,000 para cubrir cualquier costo relacionado con la revisión de la misma.
El 8 de agosto, el Departamento de Parques del Condado envió a Trump una carta diciendo que “los costos directos de la evaluación de la propuesta no solicitada se elevaron a $2,281.39, lo cual consiste del tiempo que necesitó la oficina del Condado para revisar la propuesta”. El Departamento dio a conocer la carta esta semana.
El bloguero local Al Crespo presentó una queja de ética con respecto a que Trump y Russo no se habían registrado como cabilderos mientras trataban de llegar a un contrato potencial. La Comisión de Ética de Miami-Dade declaró a Trump y Giménez libres de cualquier acto indebido con relación a sus juegos de golf e intercambio de cartas, pero dijo que Russo debió registrarse como cabildero antes de reunirse en enero del 2014 con Giménez y su oficina.
Aunque se presentó en el verano del 2014, la propuesta de Trump para Crandon Park no se hizo pública hasta que el Miami Herald reportara su existencia en febrero. Giménez se recusó por escrito del asunto al día siguiente, poniendo como pretexto el trabajo de cabildeo que uno de sus hijos, C.J. Giménez, había hecho para Trump en asuntos no relacionados con el Condado.
Russo, quien estuvo a cargo de los esfuerzos de Trump en relación con Crandon Park, dijo el martes que tenía la esperanza de que Miami-Dade abriera Crandon a licitaciones de operadores privados a través de una solicitud formal de propuestas. “Tengo que decir que eso sería una ganancia neta tan significativa, tanto para el condado como los jugadores en relación con el impacto fiscal y las mejoras medioambientales del mismo, que consideraremos responder a una solicitud formal de propuesta cuando tenga lugar”, afirmó.
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