Adolfredo Matos, el «Monstruo del modelaje», deberá enfrentarse a sus víctimas zulianas. La Fiscalía Tercera tramita su extracción, en los próximos días debería regresar al país de Colombia para procesarlo por violación, pornografía infantil, asociación para delinquir y evasión de la autoridad.
Matos llegó a Colombia tras ser denunciado por sus alumnas de Latin Model International y Look Model Fashion, de ultraje. Arribó en septiembre de 2014 al corregimiento Papayal, en Barrancas, departamento de La Guajira, acompañado de dos niños y dos mujeres, se hizo pasar por desplazado. Decía que unos asesinos lo obligaron a abandonar Maracaibo, donde tenía una próspera escuela de modelaje.
Con esa historia, el instructor logró que las familias le dieran hospedaje, alimentación y hasta ropa para sus dos pequeños y sus dos compañeras sentimentales. Los habitantes del Papayal fueron tan solidarios con «Alfredito el venezolano», que lo ayudaron a montar un salón de belleza. En ese lugar captó a sus primeras víctimas.
Una adolescente de 17 años, la joven que huyó con Adolfredo de Venezuela, según los pobladores, era la encargada de convencer a los pequeños de dejarse fotografiar desnudos. «Decían que iban a ser grandes modelos y que iban a participar en certámenes internacionales. Los padres entusiasmados les daban entre cinco mil y 20 mil pesos para que los promoviera». Eso equivale a 10 mil y 42 mil bolívares, respectivamente, al cambio actual en el mercado negro.
A Matos se le investiga por 12 casos, sin embargo solo una de las víctimas se ha atrevido a denunciarlo. Los investigadores creen que por temor y para evitar los escándalos.
Carrera
Alejandro Calderón Celis, comandante del Departamento de Policía Guajira, informó que Matos durante el tiempo que estuvo huyendo siempre mantuvo la apariencia con la que llegó a Colombia y que adoptó para despistar a las autoridades venezolanas. Dijo no estar seguro cuánto tiempo de cárcel le espera allá por los delitos que le imputan, pero aseguró que de hallarlo culpable, al menos, le esperan seis años en prisión.
Durante el procedimiento la Policía de Guajira incautó dos cámaras de video, un CPU y un par de memorias para las cámaras en las que quedaron registrados sus supuestos crímenes. En la actualidad la Policía colombiana espera que una vez hecha pública la captura de Matos, los parientes de otras víctimas acudan a las comisarías para denunciar los otros abusos del hombre.
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