La laca nunca falta nunca entre bastidores porque los estilistas del cabello saben que es el complemento perfecto para conseguir y mantener el look deseado.
Anthony Llobet, estilista embajador de TRESemmé España y jefe de peluquería de la TRESemmé MFSHOW (ediciones de moda femenina y masculina que se celebran en la Galería de Cristal del Palacio de Cibeles), no duda en afirmar que «independientemente del estilo que él quiera conseguir para adaptarse a cada una de las características del desfile, la laca es el toque final necesario para ayudar a mantenerlo».
Da igual si se quieren unos rizos definidos, un lacio impecable, una trenza informal o un moño pulido, porque si bien las opciones son infinitas, el objetivo siempre es el mismo: ¿a qué mujer no le gustaría mantener su peinado durante todo el día? Bien, pues de esa misión se encarga uno de los productos fetiche de cualquier estilista del cabello que se precie: la laca. Y ¡atención! no todas son iguales, la mayoría de las marcas disponen de varias versiones y dependiendo del efecto que se quiera conseguir así han de elegirse: fijación normal, extrema, para cabellos secos o antiencrespamiento.
Pero, ¿cual es la cantidad suficiente?, ¿dónde se debe aplicar?, ¿cómo conservar su efecto a lo largo de una jornada laboral? Son algunas de las preguntas que seguramente te has formulado. Aquí despejamos tus dudas:
- Qué efecto buscas. Has de escoger la laca en función de tu tipo de cabello y tener en cuenta las necesidades de tu peinado. Desde la fórmula ligera a la extra fuerte, existen varias versiones.
- Nunca de cerca. Para sacar el máximo partido de su fórmula, ponla por lo menos a 20 centímetros del cabello, efectuando movimientos circulares continuos. Aunque cuando necesites dominar pelillos rebeldes o fijar el trenzado puedes acercarla un poco más.
- Haz la prueba. Antes de dirigirla al pelo, comprueba que la boquilla de la laca esté bien, de lo contrario corres el riesgo de que no salga con micropartículas e impregne excesivamente el pelo, apelmazando la zona.
- Con más volumen. Coloca la cabeza boca abajo y dispersa la laca mientras sacudes la melena. Con la cabeza en su sitio, estira el pelo y rocía en las raíces de cada mechón dejando que pasen unos segundos.
- Cuero cabelludo sensible. Generalmente su fórmula contiene alcohol, lo cual puede irritar la piel del cuero cabelludo y además secar el cabello. Para evitarlo procura aplicarlo sólo de medios a puntas o buscar una fórmula sin alcohol.
- Mayor resistencia. Vaporiza la laca y pásate a continuación la plancha o las tenacillas. Fija tu peinado con una segunda vaporización. Los peluqueros profesionales utilizan esta técnica en los backstages de los desfiles para que a las modelos se les mantengan los peinados.
- Menos es más. Usar la laca con moderación porque en dosis excesivas solo conseguirás que el peinado quede apelmazado y el pelo se te ensucie antes. Mejor usarla, comprobar y, si fuera necesario, repetir la operación.
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