“El 75% por ciento de los equipos asistenciales está deficiente. Hay cuerpos de bomberos con una sola ambulancia y un solo camión apagafuego, esto ocurre por el alto costo de los repuestos y por la escasez que existe, muchas unidades están quedadas porque no tienen cauchos ni baterías”, admite el comandante Henry Uzcátegui, presidente del Colegio Nacional de Bomberos.
La mística y vocación permanecen en los hombres de azul, en especial hoy Día Nacional del Bombero, pero ellos, no tienen muchas razones para celebrar un empleo mal remunerado y sin el equipamiento requerido.
Las deficiencias se repiten en los municipios costeños. “Tenemos una ambulancia que no tiene buenos cauchos, solo podemos atender emergencias que sean en este municipio, porque no se puede salir así a otra zona”, admite el comandante del Cuerpo de Bomberos de Valmore Rodríguez, Eduardo Carrasco.
En esa zona, al sur de la COL, dos camiones apagafuegos están dañados. Una unidad requiere, según estimaciones de Carrasco “350 mil bolívares para comprar los repuestos, son recursos muy fuertes”, reconoce sobre una inversión que no pueden costear.
Sus “vecinos y colegas” de Lagunillas también padecen en una geografía con 310 mil habitantes, instituciones a granel y un extenso muro de contención.
“Solo está en servicio un camión y la ambulancia, que no está óptima, porque se lleva cuatro potes de aceite por día, solo pueden hacer uno que otro traslado. No está en condiciones”, describen algunos funcionarios, quienes prefieren no identificarse.
Con botas rotas y otras apenas usables a fuerza de reparaciones, sin dotación reciente de uniformes, así trabajan, según denuncian, los oficiales de Lagunillas, el cuerpo bomberil más caótico de la COL.
“Los equipos de bomberos son costosos porque la mayoría son importados, Un uniforme: casco, chaqueta y protector facial está costando 500 mil bolívares. Eso se gastaría en equipar a un solo bombero, imagina en mi caso, en Santa Rita, que tengo 20 bomberos, fácil se van 10 millones”, señala Uzcátegui, quien también es comandante de Bomberos Santa Rita.
Da más ejemplos sobre los cuantiosos gastos para equipar un comando.
“Una manguera está costando 25 mil bolívares y un camión (apagafuego) necesita 20 paños de ésta para funcionar, porque hay que tener para trabajar a distancia y pegarla a los hidrantes”, explicó el vocero bomberil.
Nuevos equipos urgen pero los uniformados también claman por una compensación más justa para ellos.
“Este trabajo nos gusta, por eso no lo dejamos, pero estamos ganando 6747 bolívares mensuales. Llevados a una quincena, solo recibimos 3039 porque deben hacer las deducciones de ley y eso es lo que queda. Con eso solo podemos pagar pasajes y alimentación”, detalla un oficial que labora en Bomberos de Lagunillas, donde aún esperan el ajuste por el aumento del salario mínimo que entró en vigencia el 1 de julio.
Las emergencias de leves a graves continúan y ellos, como agregan otros uniformados, siguen salvando vidas aunque, en el caso de Lagunillas, les deben siete meses de cestatique de 2013 y tres de este año, más todos los fideicomisos de 2008, acotaron.
Hacia Baralt, el comandante del Cuerpo de Bomberos, Viomar Montero reconoce que han sido golpeados por la crisis, pero también que hay gente e instituciones que colaboran con ellos.
“La gente de la estación de servicio La Pinta nos ayudarán a arreglar una ambulancia, tenemos dos que están fuera de servicio, solo en un motor se nos van 480 mil bolívares”, estimó.
Como el resto de sus colegas, mantienen la esperanza que hoy, por celebrarse su día, el presidente de la República firme y de el ejecútese a la Ley de Bomberos.
“Trae muchos artículos que nos favorecen incluyendo la jubilación y la repotenciación de vehículos”, opinó Montero.
DC | Panorama