Ninguna cosa o detalle funciona mal para la gente de Dios; al final sólo lo bueno será su destino. Juan Murray
Supe de un hombre que creía mucho en Dios, pero también creía muchísimo en las donas; sí, comía muchas donas, y se puso muy gordo. Un día prometió a Dios que dejaría las donas, que se pondría a dieta, comería sano, y se volvería delgado y guapo. Así que cambió su ruta hacia el trabajo, ya que parte del problema era que pasaba por la tienda de donas todos los días, y se dijo: si manejo por otra vía no tendré tanta tentación. Pues bien, hizo esto por dos meses y nunca volvió a tocar una dona. Pero un día accidentalmente tomó de nuevo la vieja ruta y vio la tienda de donas. Y dijo: ¡Oh, Dios mío! ¡No, no! Pero luego pensó: ¡Ah! Quizás es la voluntad de Dios. Tal vez Dios quiere recompensarme por todo el esfuerzo que he hecho todos estos meses y quiere que coma algunas donas hoy. Entonces oró diciendo: Querido Dios, si es verdaderamente tu voluntad, permíteme encontrar un lugar para parquearme en frente de la entrada, entonces sabré que es tu voluntad. Y encontró lugar, justo frente a la puerta de entrada ¡después que le dio la vuelta a la cuadra unas 12 veces!
Dios no te llama a conocer Su voluntad forzando señales físicas. Dios no tiene interés en ocultarte Sus planes sino en mostrártelos; es más, tú no buscas la voluntad de Dios, ella te encuentra a ti cuando caminas guiado por el Espíritu Santo (1). El Señor dice: Yo te instruiré, yo te mostraré el camino que debes seguir; yo te daré consejos y velaré por ti. (2)
¿Cómo escuchar Sus instrucciones? Cuando se alinean tres faros o luces guías de Dios: la Biblia, la voz del Espíritu Santo dentro de ti y el tercer faro que debe alinearse para estar seguro de que estás frente a la voluntad de Dios y escuchando Su voz es la providencia o las circunstancias.
La providencia se define como la disposición soberana, decreto o aviso que conduce al logro de un fin. Es la causalidad de Dios. Dios arregla los acontecimientos de forma tal que confirmen lo que te ha dicho en Su Palabra y al corazón por medio de Su Espíritu Santo para así indicar: ¡luz verde!, paso seguro de navegación.
En la Biblia Dios utiliza eventos de forma providencial, en particular las dificultades, para hablar y llevar adelante Su plan. Es como que Su voz se deja oír y Su voluntad se deja conocer en medio de las situaciones difíciles. Jonás, por ejemplo, conoció la voluntad de Dios en medio de una tormenta, él fue obstinado al mensaje de Dios y tomó otra dirección. En ese viaje rumbo a Tarsis sucedieron cosas extrañas, una tormenta se desarrolló en alta mar, sin señales previas. Después que se evidenció que todas esas dificultades en el mar eran por culpa de él, pidió que lo arrojaran al mismo. Y Dios tenía para él el primer submarino que usaría el hombre, tres días con sus noches viajó dentro de un gran pez. Después de recorrer cientos de kilómetros, aquel milagroso cetáceo dejó a su pasajero en una de las costas de Nínive.
Dios todavía prepara “grandes peces” para llevar a los Jonases a las costas de Su voluntad. Dios designa causalmente los acontecimientos de tu vida conforme a Su plan soberano para asemejarte a Jesucristo, quitar durezas de tu personalidad o ablandar tu corazón. Eso sí, Su voluntad nunca permitirá nada donde Su gracia no te proteja.
Piensa en esto
Cada vez que Dios me ha dirigido a un nuevo proyecto se ha alineado con Su Palabra, el Espíritu Santo lo ha confirmado y he visto la mano de Dios en mis circunstancias. Aun así ha habido siempre tropiezos, pero Si Dios está de nuestra parte, ¿quién puede estar en contra nuestra? (3) Si debes tomar una decisión, no andes a la deriva. Cuando veas las tres luces guías alineadas: ¡Adelante! Dios está de tu parte, has hallado la ruta de navegación segura para tu vida.
Te invito a sintonizar de lunes a viernes a las 11:00 a. m. Onda, la superestación 107.3 FM, en Maracaibo; o bajando la aplicación de Unión Radio a tu dispositivo móvil y ubicando la emisora, para escuchar desde cualquier parte del mundo micros inspiradores de dos minutos llamados “Influyente”.
Tercera persona de la Trinidad Divina
Salmos 32:8 (NVI) : Romanos 8:31b (NVI)
DC / Raúl Parra / rlpt10@yahoo.es / @RaulParraT