El lunes comienza otro curso escolar para decenas de miles de alumnos de las escuelas públicas de Miami-Dade, lo que significa nuevos amigos, nuevos maestros y —por primera vez— un enfoque completamente nuevo a la disciplina.
En vez de expulsar a los estudiantes por faltas graves, lo que con frecuencia lleva a que los alumnos expulsados se vean en más problemas, Miami-Dade plena convertirse en uno de los mayores distritos escolares del país que elimina las suspensiones fuera de la escuela.’
Con pruebas cada vez mayores a la mano de que las normas de disciplina fuertes no funcionan, el distrito ha decidido echar mano a los asesores, desarrollar el carácter y tratar de cambiar el código de conducta de los alumnos para solucionar los problemas de disciplina, enfoques que contemplan mantener a los estudiantes en las aulas o en programas dentro de la escuela.
“Con frecuencia hacemos frente al mal comportamiento a expensas del alumno, y con esto cambiamos de enfoque”, dijo el superintendente escolar Alberto Carvalho a la junta editorial del Miami Herald.
El cambio exigirá una nueva y profunda capacitación y un cambo cultural masivo en un distrito escolar que ha suspendido a 36,000 alumnos en el curso escolar 2013-2014, casi los suficientes como para llenar el estadio de los Marlins. Una cifra desproporcionada de los expulsados era de raza negra.
Uno ejemplo notorio de lo que puede suceder: Trayvon Martin, un joven de 17 años y de Miami Gardens, estaba cumpliendo una expulsión de la escuela en 2012 cuando George Zimmerman lo mató en Sanford, Florida, un caso que ha provocado un debate nacional sobre la defensa propia y la caracterización racial.
“En Miami-Dade ha habido un problema de injusticia racial desde hace años”, dijo Thomas Mariadason, abogado del grupo de derechos civiles Advancement Project, que ha presionado a Miami-Dade para que implemente nuevas normas disciplinarias. “Estas medidas son muy audaces, no cabe duda. También son medidas que la comunidad necesita desesperadamente”.
Los riesgos —y los beneficios en potencia— son elevados. Los investigadores saben que incluso una suspensión puede sacar de paso a un estudiante en la escuela. Pero en los distritos que han implementado alternativas, Broward entre ellos, la tasa de graduación ha aumentado y el índice de arresto ha bajado.
“Esto se trata de la disciplina de los alumnos”, dijo Robert Runcie, superintendente escolar de Broward. “Esto se trata del avance de los estudiantes”.