Joseph Blatter, presidente saliente de la FIFA, y quien abandonará el cargo en febrero ante el escándalo sobre presuntos sobornos a directivos del organismo, confirmó este lunes que el fútbol no es un deporte corrupto.
«La institución no está corrupta. No hay corrupción en el fútbol, sino en los individuos. Son las personas. Sé lo que he hecho y lo que no he hecho. Tengo mi conciencia y sé que soy un hombre honesto. Estoy limpio».
El presidente de la FIFA desde 1998 anunció su renuncia cuatro días después de haber sido reelegido, a finales de mayo, tras la detención de siete altos cargos del organismo. «Lo hice porque quería proteger a la FIFA», sostuvo.
Añadió que su confesión fue clave para que el Departamento de Justicia de EE.UU. presentase cargos contra nueve directivos de la FIFA y otras cinco personas vinculadas a la organización, lista en la cual se encuentra el presidente de la Federación Venezolana de Fútbol, Rafael Esquivel, detenido en Suiza.
Alrededor de las dudas acerca del Mundial de Suráfrica, Blatter aseguró que aquella Copa del Mundo fue la «más limpia que se ha celebrado nunca».
El presidente del organismo asegura que la FIFA es la «parte que ha sufrido» a raíz de esos escándalos.
DC/EN