Todas las unidades del Ejército de Burkina Faso están convergiendo en Uagadugú para tratar de desarmar a la guardia presidencial, la facción militar que el pasado miércoles dio golpe de estado y declaró disuelto el gobierno de transición.
En un comunicado firmado por los jefes de las Fuerzas Armadas, el Ejército pide a los golpistas que dejen las armas y se entreguen «inmediatamente».
Si acceden, tanto ellos como sus familias «estarán a salvo», añade la nota, que asegura que las tropas desplegadas en diferentes provincias del país ya han comenzado a marchar hacia la capital.
Esta madrugada, los jefes de Estado africanos que median en la crisis anunciaron un principio de acuerdo para restaurar al presidente Michel Kafando y amnistiar a los golpistas.
El principio de acuerdo incluía retrasar las legislativas y presidenciales desde el 11 de octubre al 22 de noviembre, como muy tarde, y eliminar el veto a la candidatura de simpatizantes del derrocado presidente Blaise Campaoré, seguido por los golpistas.
La guardia nacional, con el general Gilbert Diendéré a la cabeza bajo el denominado Consejo Nacional para la Democracia, detuvo el pasado miércoles a Kafando, a quien se mantuvo bajo «arresto domiciliario» durante dos días, obligándole a renunciar y a disolver su gobierno.
El golpe de estado, el sexto de la historia de Burkina desde su independencia de Francia en 1960, ha truncado la transición democrática en este país africano.