Maradona llegó a La Habana la noche del pasado viernes procedente de Caracas, donde rindió homenaje al fallecido presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y se reunió con el entonces mandatario encargado del Gobierno de ese país Nicolás Maduro, quien obtuvo la victoria en las elecciones presidenciales del pasado domingo.
Desde su primera visita a Cuba en 1987 el astro del fútbol estableció una relación con el líder cubano, y en los últimos tiempos había manifestado su deseo de volver a visitarlo.
Maradona ha viajado en diversas ocasiones a la isla, donde fue atendido desde enero del 2000 de su adicción a las drogas en la clínica internacional «La Pedrera».
En otras de sus visitas también se reunió con el líder cubano, al que además ha regalado camisetas suyas como la que utilizó en su debut con el rosarino Newell’s Old Boys o la albiceleste con el número diez autografiado.
Además de amigo personal de Castro, Maradona es un gran admirador de la revolución cubana y lleva tatuados los rostros del líder cubano, en una pierna, y de Ernesto ‘Che’ Guevara, en un brazo.
En las últimas semanas, Fidel Castro, de 86 años y retirado del poder desde 2006 ha reaparecido en algunos actos públicos y, además de este encuentro con Maradona, el pasado martes inauguró en La Habana un centro educativo construido a iniciativa suya, donde durante dos horas conversó con estudiantes, maestros y constructores de esa obra.
En febrero, el anciano líder cubano acudió en persona a votar en las elecciones generales y también asistió a una sesión de la Asamblea Nacional (Parlamento).
EFE