Nicolás, estamos hartos de ti, de tus caprichos, mentiras y atropellos, de los abusos tuyos y de los tuyos, de la ineficiencia y corrupción del cogollo diosdadomadurista que se enriquece groseramente incluso todavía hoy, cuando los venezolanos estamos pelando y la élite podrida raspa la olla, contrabandea alimento y gasolina, y hace sus negocios sucios de narcotráfico. Bien podrían montar una lavandería los acólitos de Nicolás, ya que si algo saben es lavar y blanquear dinero sucio y mal habido.
Estamos “hasta la coronilla” -como escuchaba de niño decir de los mayores de mi casa- vamos a hacer todo lo constitucional y democráticamente permitido para salir de ti, Nicolás. Manifestaremos nuestro descontento de manera cada vez más firme y recia, protestaremos tus tropelías, exigiremos tu renuncia y haremos que el mundo se pronuncie y ejerza las presiones que lleven a separarte de las funciones que nunca debiste ejercer; el 6-D votaremos masivamente, haciéndote imposible el fraude, o haciéndolo visible por el bulto, en caso de que Tibisay vea una tendencia irreversible de esas que solo ella hasta ahora ha visto.
Escribo en plural estas reflexiones -y no digo que estoy harto, sino que lo estamos- porque sé que interpreto no solo a mi familia, amigos y alumnos, sino a la inmensa mayoría de los venezolanos, incluidos los más de los chavistas que padecen la tragedia como todos, ya que a todos nos alcanza la delincuencia, asesinatos y robos, los servicios que no sirven, la inflación, el desabastecimiento y las colas, así como las consecuencias de las pillerías de la cúpula militar putrefacta que negocia en su beneficio con los alimentos del pueblo, y en perjuicio de todos, particularmente de los más humildes y desamparados, de esos por los cuales supuestamente se hizo la revolución.
Estamos obstinado de que Nicolás quiera convertir a Venezuela en apéndice de Cuba, donde él estudió de joven, se hizo miliciano de la revolución cubana y aprendió a amar y a obedecer a los Castro. Queremos una patria libre, dueña de su destino, progreso y desarrollo. No tenemos porqué calarnos cada vez más un país disminuido, empobrecido, sumido en todos los males, al punto que las siete plagas de Egipto parecen un cuento de hadas.
Necesitamos un gobierno que gobierne y un presidente que gerencie el país y lo coloque en el camino del desarrollo y el progreso. Las noticias son alarmantes. Veinticuatro firmas consultoras, nacionales e internacionales, coinciden en que la situación económica “es la peor que ha tenido el país en su historia, que la recesión no fue causada por la baja en los precios del crudo, sino por políticas erradas, además de distorsiones como el sistema cambiario, el control de precios y la corrupción. El modelo económico no era sostenible con los precios altos del petróleo, y menos lo es en el actual escenario”. Estas firmas consultoras pronostican, números más números menos, una inflación de hasta 200% para este año 2015, y peor aún, anuncian que “el dólar llegará a Bs. 2.000”.
Tenemos derecho a exigir la apertura de la frontera. ¿Qué país se desarrolla aislándose, cerrando las fronteras, impidiendo el comercio y el intercambio en general? Nicolás ha montado un show con la frontera, dicen los analistas políticos que con el objetivo de colocarnos en una especie de situación de preguerra, intentando hacerse salvador de la patria y procurar así quitar la atención del pueblo del hambre y el desabastecimiento. No más show Nicolás, ni tragedias como la del sukhoi que se cayó o tumbaron, y que tú sigues sin aclararle al pueblo. Se dice, y tú no respondes, que los dos pilotos muertos al estrellarse la aeronave en tierra fueron testigos de nueve militares acusados por la operación “Golpe Azul”. Si no es verdad, desmiéntelo Nicolás y dinos que fue lo que pasó, por qué ese misterioso vuelo por los lados de la frontera.
Apártate Nicolás, tenemos derecho a un mejor destino, a dormir tranquilos y sin sobresaltos, estamos hartos de ti Nicolás, sepárate.
DC / Paciano Padrón / pacianopadron@gmail.com / @padronpaciano