La intervención del papa Francisco ante el Congreso de Estados Unidos, reunido en sesión conjunta, es la primera comparecencia de un pontífice ante la Cámara estadounidense, un privilegio reservado hasta ahora a líderes extranjeros y monarcas.
El último mandatario en intervenir ante el legislativo de EEUU ha sido el presidente ucraniano, Petro Poroshenko, quien el pasado 18 de septiembre instó a los legisladores estadounidenses a dar a Ucrania un estatus especial de seguridad y defensa.
Tres veces se ha dirigido a los parlamentarios de Washington el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu (1996, 2011 y 2015), el dirigente que más veces lo han hecho junto a Winston Churchill.
El rey Juan Carlos (1976), la reina Isabel II (1991) y la reina Beatriz de Holanda son algunos de los monarcas europeos que también han intervenido en el Congreso norteamericano.
Don Juan Carlos lo hizo en 1976, pocos meses después de su proclamación como rey, invitado por el presidente norteamericano, Gerald Ford.
Por parte española compareció también, en 2004, el presidente del Gobierno José María Aznar, quien en un discurso, durante el cual fue interrumpido en veintitrés ocasiones por aplausos, reiteró la firme apuesta de España en la lucha contra el terrorismo internacional.
La canciller Angela Merkel (2009), el presidente francés Nicolas Sarkozy (2007) o el primer ministro Tony Blair (2003) son también algunos de los líderes europeos que se han dirigido en alguna ocasión a los representantes de la Cámara.
Varios expresos políticos han contado igualmente con este privilegio. El primero, en 1989, fue el líder sindical polaco Lech Walesa, quien tras años de lucha contra el régimen comunista se convirtió en presidente de Polonia.
El presidente checo Vaclav Havel compareció en 1990 para pedir a los congresistas apoyo a la «perestroika», las reformas impulsadas por Mijail Gorbachov en la URSS que acabaron con los regímenes comunistas.
El más famoso de los presos, Nelson Mandela, pidió en 1990 ayuda en su lucha contra el «apartheid» surafricano, que le mantuvo veintisiete años en la cárcel.
En una histórica sesión plenaria, el rey Husein de Jordania y el primer ministro israelí, Isaac Rabin, intervinieron juntos ante el Congreso, que reunía por primera vez a un líder árabe y a uno israelí. Fue el 26 de julio de 1994, un día después de dar por finalizado el conflicto entre sus países.
Líderes árabes también han hablado ante la Cámara. En 2007, el rey Abdalá de Jordania aprovechó la oportunidad para urgir a Estados Unidos a liderar los esfuerzos en el proceso de paz en Oriente Medio.
Altos representantes latinoamericanos, como la presidenta de Nicaragua Violeta Chamorro (1991), el presidente chileno Eduardo Frei (1997) o los mandatarios mexicanos Vicente Fox (2001) y Felipe Calderón (2010), tuvieron igualmente el privilegio de comparecer.
En 1992 el presidente ruso, Boris Yelstin, invitado igualmente al Congreso, se dirigió a los legisladores para afirmar que «el comunismo ha muerto para no volver».
Fue el último mandatario ruso en comparecer hasta la fecha.
Una de los últimos líderes internacionales en asistir ha sido el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, quien en abril de 2015 defendió la implantación del Acuerdo de Asociación Transpacífica (TPP).
Fue la primera intervención en la historia de un primer ministro japonés ante el Congreso de Estados Unidos.
DC/EFE