Por un disparo producido por el arma de fuego de su padrastro, murió el pequeño Joiver Pereira, de siete años, en el interior de su residencia en el sector Mamera I de Caracas, en horas de la noche del miércoles.
El niño vivía con su madre y la pareja de ella. A las 9:00 de la noche, junto a otro niño, comenzaron a jugar con la pistola y se le escapó un tiro que impactó en su rostro. La bala le entró por uno de sus ojos.
Fue llevado al hospital Dr. Miguel Pérez Carreño de la Yaguara, donde ingresó con vida y posteriormente falleció, indicó una fuente policial. El dueño del arma desapareció luego de conocer lo ocurrido, mientras la madre del fallecido rinde declaraciones ante los cuerpos de seguridad.
DC | El Pitazo