El 4 de octubre se festeja a San Francisco de Asís, quién es el santo patrono de los animales (razón por la cual se declara el Día Mundial de los animales) considerado así por su idea de que todos somos criaturas de Dios, incluyendo todas las cosas creadas, animadas o inanimadas. Pero también es el patrón de las lluvias, pues según la creencia popular, él se encarga de propiciar y administrar las lluvias, con lo cual riega los campos y nutre de agua a los ríos, lagos, lagunas y presas.
Sobre el cordonazo hay varias versiones:
- Se dice que cuando el demonio venía a molestar a San Francisco de Asís, se deshacía de él fustigando el aire con el cordón que llevaba atado a la cintura, con lo cual, se generaba en el cielo una enorme tormenta, rayos y truenos que hacían huir al demonio.
- Otra versión dice que cuando se aproxima el 4 de octubre, preparándose para su festejo, cansado de estar mojado y con el objeto de llegar muy limpio, San Francisco sacude el cordón de su túnica para quitarle el agua que ahí se ha acumulado, con lo que caen las últimas gotas de agua, inicia el fin de la temporada de lluvias y trae los primeros fríos. A partir de su fiesta, se dice que San Francisco toma un largo descanso hasta la siguiente temporada de lluvias.
- Otros dicen que se pone a jugar con las nubes y le da cordonazos a las nubes razón por la que se producen muchas lluvias con rayos, truenos y centellas.
Lo cierto, es que alrededor del día 4 de octubre (estadísticamente puede presentarse 4 días antes o 4 días después, o incluso después del día 8) sucede un fenómeno meteorológico donde cae un aguacero muy fuerte con rayos y truenos, más que el de las temporadas normales de lluvia, y que marca el fin de la temporada de lluvias.