Después de formular ultimátums de guerra nuclear prácticamente a diario hasta el pasado fin de semana, el régimen de Kim Jong-un ha aludido por segundo día consecutivo a un futuro diálogo, eso sí, imponiendo unas exigentes condiciones previas, que han sido rechazadas por Corea del Sur.
La Comisión Nacional de Defensa, el más alto órgano militar del régimen norcoreano, estableció como primer requisito para sentarse a la mesa de negociaciones que los aliados tomen medidas para que la ONU retire las sanciones al régimen por sus pruebas nucleares y de misiles.
Además, instó a Seúl y Washington a garantizar que no se escenifiquen de nuevo ejercicios de guerra nuclear para amenazar o chantajear al régimen de Kim Jong-un, en referencia a las diversas maniobras militares conjuntas que los aliados realizan cada año en territorio surcoreano.
Escasas horas después de que Corea del Norte anunciara sus condiciones para el futuro diálogo, el Gobierno de la vecina Corea del Sur se apresuró a rechazarlas por considerarlas ilógicas, en palabras del portavoz del Ministerio de Exteriores de Seúl.
DC/ Agencias