El Gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC concluyeron ayer el ciclo 42 de negociaciones en Cuba, con fuertes disputas sobre los alcances del pacto suscrito entre el presidente Juan Manuel Santos y el máximo líder rebelde para se llar la paz en el 2016.
“Este proceso, que hoy transita su etapa más decisiva, debe alejar toda veleidad de desconfianza al honrar el compromiso de la palabra empeñada”, dijo el jefe negociador de la guerrilla comunista, Iván Márquez, al referirse al acuerdo sobre justicia, firmado el 23 de septiembre en La Habana.
“Cumplió la Comisión de Juristas, cumplimos nosotros, seguimos a la espera de que lo firmado sea aceptado sin reticencias”, añadió Márquez, apelando “a la palabra empeñada, a la prevalencia del honor y al valor de la verdad”.
La respuesta del Gobierno colombiano fue enérgica. “Son las FARC las que faltan a la verdad”, agregó Humberto de la Calle, su jefe negociador, subrayando que “hubo un acuerdo plasmado en diez puntos, pero respecto del documento largo, jamás se aceptó que se trataba de un convenio cerrado e inmodificable”.
DC/EU