Condiciones muy por debajo de los estándares establecidos para la calidad del agua presentan los ríos que atraviesan la ciudad.
Es una de las conclusiones del informe situacional del recurso hídrico en Cali, que prestó esta mañana la Personería en una audiencia especial para analizar la crisis que vive la ciudad.
El estudio encontró entre las causas de esta crisis la proliferación de asentamientos humanos de desarrollo incompleto en comunas como la 1, 2, 20 y 18 en la zona de ladera, y la 6, 7, 13, 14, 15 y 21 en zonas aledañas al río Cauca y Cali;deforestación, disposición inadecuada de residuos sólidos y vertimientos de aguas residuales domiciliarias e industriales en ríos.
De las 30 plantas de tratamiento de agua potable en la zona rural,11 presentan vertimientos de aguas residuales aguas arriba.
También se evidencian algunas condiciones internas en las Empresas Municipales, que hacen el municipio esté frente a una situación de perdida progresiva del recurso agua y un posible desabastecimiento del vital líquido a mediano y largo plazo.
Señala la Personería que existe una gran preocupación por la amenaza que estos factores representan para la garantía del derecho humano al agua, conexo a la vida, la salud y la dignidad de toda persona.
“Desde el 2012 la Personería trabaja en la búsqueda de acciones por parte de las instituciones y comunidades en pro de soluciones a corto, mediano y largo plazo, que contribuyan a evitar y mitigar el riesgo de un desabastecimiento. Temporadas secas como la que vivimos nos advierten que las acciones deben agilizarse si no queremos lamentar un tragedia ambiental”, dijo el personero Andrés Santamaría.
Una de las mayores preocupaciones es la amenaza de la minería.El informe refiere la grave situación en la cuenca alta del río Cali en el Parque Los Farallones, donde la presencia de metales pesados en sedimentos como el mercurio, que ponen en riesgo a la población en la zona rural y urbana de Cali. Ese afluente abastece a unas 600.000 personas. Allí, además, se evidencia el trasvase de la quebrada El Socorro a la cuenca del Río Anchicayá.
DC/EL