A las 11 empezó la fuga del gas propano, mi amigo y yo estábamos iniciando la guardia de supervisión cuando comenzamos a sentir cada vez más fuerte el olor, pero las alarmas están dañadas y no avisaron a nadie.
Entonces comenzamos a correr lo más fuerte que pudimos, vimos como la fuerte brisa dirigió el gas hasta el mechurrio, lo que ocasionó la fuerte explosión. Logramos recorrer como 80 metros, mientras mirábamos para atrás todos temblorosos y con el corazón acelerado.
Cuando de repente sonó la estruendosa explosión a nuestras espaldas y nos sentimos volando por los aires, presumo que nos elevamos como 3 metros por el aire, Gracias a dios que nos dimos cuenta y logramos correr, porque si no estuviéramos calcinados en el lugar. A los del destacamento 44 no les dio tiempo salir.
Yo salí por un boquete que los mismos pobladores abrieron de la cerca perimetral, para entrar a la refinería y robar metales para luego venderlos.
Cuando desperté sólo pude ver a mi amigo que intentaba levantarse todo moribundo cerca de mí, la bola de fuego que iluminaba la zona me dejaba ver no más allá de 2 metros, la magnitud de la devastación.
El fuerte olor a combustible y mis dolores en el cuerpo, se mezclaban con la angustia de no saber qué había pasado, las piernas me temblaban, la locura se desató entre las personas del Sector Alí Primera, quienes corrían como locos, me ayudaron a levantar y terminar de salir del lugar.
Mi amigo se quedó allá, él está mejor que yo, a mi me enviaron para acá por mis quemaduras en la cara, pero ya me siento mejor gracias a dios.
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