Después de dos años y medio de exigentes entrenamientos, el venezolano Maickel Melamed alcanzó la meta de la maratón de Nueva York 2011 tras volar miles de kilómetros a Estados Unidos y recorrer la Gran Manzana, a paso lento, durante 15 horas y 22 minutos. Fue el último en llegar, pero el primero en titulares. Esa hazaña fue registrada por el cineasta venezolano Braulio Rodríguez, quien la resumió en un filme de 80 minutos bajo el título Vamos.
El documental, que se estrena el próximo viernes en las salas de cine del país, cuenta también la historia del atleta Shadrack Maiyo, un keniano que representa la meta de la mayoría de los jóvenes de su país: correr como profesión para ganar dinero, ayudar a la familia, y paliar la pobreza.
Ambas carreras hacia Nueva York ocurren en paralelo entre Venezuela y Kenya. Los dos personajes se muestran desnudos, con sus temores, alegrías y sueños. Y con sus tristezas, también. En la cinta no hay cabida para la derrota, aunque se demuestre, sin eufemismos, que no siempre se puede ganar. O que perdiendo también se gana. Es una versión moderna de la fábula de La liebre y la tortuga en la que, a diferencia de la historia atribuida a Esopo, ambos protagonistas sí se esfuerzan al máximo en la carrera de sus vidas, pero, desafortunadamente, no obtienen los mismos resultados.
-Los protagonistas: Rodríguez puso a Melamed y a Maiyo a correr en una misma pista: la de la vida. «Quería comparar al más rápido con el más lento, para mostrar que no importa el tiempo que te tardes en alcanzar un objetivo, porque lo más valioso es llegar, lograrlo. El balance entre los dos personajes fue lo más difícil que tuve que afrontar como director, pero nunca tuve miedo de eso. Quería forjar un yin yang entre ellos, que la unión de las dos historias generara energías y percepciones diferentes. Como cuando juntas el aceite con el agua; puedes creer que están mezclados, pero no lo están».
-El origen: La historia del atleta y conferencista Maickel Melamed llega al cine por una idea de la productora venezolana María Alejandra Guerrero. «Luego de correr una maratón en 2009, y de poner en la mira a Nueva York, vemos con Maickel la oportunidad de registrar cinematográficamente esa hazaña. En dos oportunidades, 2009 y 2010, le rechazan la solicitud. Finalmente, en 2011 lo aceptan para que realice la carrera y es entonces cuando llamo a Braulio para que se una al proyecto, porque él, además de cineasta, es corredor», cuenta Guerrero, quien ha trabajado en películas como Dudamel: El sonido de los niños y Libertador, ambas de Alberto Arvelo.
A Shadrack lo conoció el director gracias al atleta venezolano Marvin Blanco, quien entrena en Kenya. No fue fácil. Rodríguez buscaba a un atleta que no superara la marca de dos horas cinco minutos, porque serían más accesibles si su carrera profesional estuviese comenzando. Una vez en el país africano buscó a un buen candidato. En el pueblo Eldoret lo consiguió. «Tenía muchas opciones, me volvía loco. Pero entonces conocí a Shadrack, lo entrevisté y vi su sonrisa, su carisma, y cuando conocí a su familia me atrapó su historia. Él representa el común de todos los atletas de Kenya, que buscan desesperadamente la gran oportunidad para correr, ganar dinero y comprar una casa. Como le pasó con (el dinero que ganó con el segundo lugar de) la Maratón CAF 2013. Sin embargo, no ha vuelto correr. Mi sueño es que corra en Nueva York después de esta película».
-El director: Braulio Rodríguez es un cineasta tachirense formado en la carrera de cine de la Universidad de Los Andes. Fue productor ejecutivo del mediometraje documental Sin ti contigo, de Tuki Jencquel, el cual recibió el Premio Feisal en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara 2011.
Su cortometraje animado Hoy no se hace pastel de Chucho obtuvo el Premio Municipal al mejor cortometraje y fue seleccionado en el Short Film Corner del Festival de Cannes 2011.
Vamos representa su primer largometraje. «Mi primera película fue en animación, esta, la segunda, es un documental. Y ya estoy trabajando en la tercera, una ficción que tiene que ver también con el deporte. Como director me interesa la versatilidad, no desarrollar mi carrera en un solo género».
DC|EU