La Junta de Escuelas Públicas del condado de Miami-Dade puede convertirse en propietaria el estadio de fútbol que el ex futbolista inglés David Beckham planea construir en el centro de Miami, junto al estadio de béisbol de los Marlins.
Los miembros de la Junta Escolar evalúan con celeridad la posibilidad de que el ayuntamiento de la citada ciudad, propietaria de los terrenos, los transfiera a esta entidad pública a cambio del cumplimiento de una serie de compromisos por parte del Beckham United Group, el grupo de inversión del deportista.
Pero la construcción del estadio de fútbol pasa primero por la adquisición de una serie de viviendas adyacentes a los terrenos y la reubicación de esos inquilinos en otra zona, lo que ha generado ya algunas protestas vecinales.
Una vez cumplido este requisito, Beckham y sus socios tendrían que «pagar $850 mil en los próximos 50 años» al ayuntamiento de Miami y, a cambio, la ciudad podría ceder la propiedad de los terrenos a la Junta Escolar, y así el grupo inversor podría eludir el pago de impuestos.
El alcalde de Miami, Tomás Regalado, señaló en una entrevista en Radio Mambí que el Beckham United Group se haría cargo, en caso de salir adelante esta propuesta, de la construcción de una escuela de deporte dentro de las instalaciones y de la realización de las numerosas ceremonias de graduación de alumnos que tienen lugar cada año, entre otras actividades.
Esta semana, los miembros de la Junta Escolar debatieron sobre las diversas opciones abiertas y el superintendente, Alberto Carvalho, dijo que la operación puede ser una «oportunidad única» para el sistema escolar y la gran afición al fútbol de los alumnos.
No obstante, el texto final se presentará a referéndum en marzo próximo para que los electores decidan.
Desde comienzos de 2014, Beckham anunció su interés en construir en Miami un estadio para unos 20 mil espectadores, tras adquirir una franquicia de la Major League Soccer (MLS).
Sin embargo, los dos primeros lugares propuestos por el inglés en el centro de la ciudad, en el área del Puerto de Miami, fracasaron por la oposición de varios sectores afectados, además de asociaciones de vecinos y ambientalistas.
DC/Univisión