Francisco «nos dijo ‘cuenten conmigo, cuenten con nosotros, lo repitió dos veces, cuando le hicimos la petición'», expresó la titular de Abuelas en una conferencia de prensa en la embajada de Argentina ante la Santa Sede.
Estela de Carlotto le entregó una carta al papa «en que le pedimos que nos ayude a buscar a los 400 nietos desaparecidos», afirmó.
«Espero que el Vaticano y la Iglesia Católica argentina abran sus archivos para que nos permita saber a quiénes fueron entregados esos niños tras haber sido asesinadas sus madres», expresó.
Unas 30.000 personas desaparecieron durante el régimen militar argentino, según organizaciones de derechos humanos. Las cifras oficiales dan cuenta de 13.000 desapariciones.
El ex dictador Jorge Rafael Videla y otros ex militares fueron condenados en 2012 como responsables de un plan sistemático para el secuestro, sustracción de identidad y adopción ilegal de niños nacidos durante el cautiverio de sus madres y que les fueron arrebatados. Muchos de los niños fueron entregados a familias de miembros de las fuerzas armadas que no podían tener hijos.
Carlotto acusó a la Iglesia Católica argentina de haber sido cómplice, por omisión, de la dictadura. «Ellos saben dónde se encuentran esos menores», aseguró.
En la carta dirigida a Francisco, las Abuelas resaltaron que «hemos restituido la identidad a jóvenes que fueron entregados en adopción por el Movimiento Familiar Cristiano. La justicia argentina ha citado a declarar a hermanas que durante la última dictadura trabajaban en lugares donde funcionaban centros clandestinos de detención… Ellos seguramente puedan brindar información precisa».
«Han pasado ya 35 años desde que comenzamos a buscar a nuestros familiares, queremos abrazar a nuestros nietos y contarles su historia. Por eso rogamos a su Santidad explique a los miembros de la Iglesia y a sus feligreses que es un deber cristiano brindar información sobre el destino de los niños desaparecidos en Argentina. Que Usted les advierta que constituye un pecado ocultar crímenes catalogados por la comunidad jurídica internacional como de lesa humanidad», agregaron en la misiva al papa publicada en el sitio de internet de Abuelas.
La líder de la organización se declaró emocionada y satisfecha del breve encuentro con el Papa, tras la audiencia pública de los miércoles, pero mantuvo su crítica al pontífice por «no haber nunca hablado sobre los desaparecidos durante la dictadura».
En este punto, la carta entregada al papa también incluye un pedido para que «nos ayude a saber qué ocurrió con nuestros hijos e hijas desaparecidos».
«Nunca le había estrechado la mano cuando era cardenal en Buenos Aires», recordó y dijo que esperaba una nueva actitud ahora de la Iglesia argentina.
La mayoría de los organismos de derechos humanos asumieron una postura crítica con Bergoglio antes de su elección como papa, haciéndose eco de una denuncia por su presunta complicidad en el secuestro y detención ilegal de dos jesuitas durante el régimen. La justicia no ha encontrado por el momento pruebas contra el religioso.
Las Abuelas de Plaza de Mayo han encontrado a 108 hijos desaparecidos, uno de ellos, el parlamentario Juan Cabandié, estuvo en el encuentro con el pontífice, al igual que una de sus integrantes Buscarita Roa y la religiosa francesa Geneviéve Jeanningros, sobrina de una monja desaparecida.
DC/ÚN