Desde que llegó a Miraflores el obrero presidente; trabajadores, empresarios y comerciantes han sufrido más que Totoño con el ahogo. A pesar de toda la cantaleta sobre una revolución que dice ser humanista y de paso socialista, lo cierto es, que nunca desde los tiempos de la Venezuela rural y semi feudal, los actores vinculado a la producción, comercialización y consumo, había presenciado una crisis como la generada por Hugo Chávez, y reforzada por quien desde el primer día que anunció estar siendo víctima de una guerra económica, nos demostró que guerra avisada si mata soldado, y no por descuidado, sino por incapacidad en el cargo desempeñado.
Grande es el reto asumido por los candidatos a diputados de la alianza opositora, coaligada en la MUD para este 6 de diciembre. Maduro en su desespero se apresura y de forma demagógica promueve un aumento sobre el salario mínimo, a sabiendas de que la inflación antes del primer cobro por parte de la masa laboral, ya se lo habrá tragado el monstruo inflacionario. Ante una economía totalmente distorsionada, se hace imperioso promulgar instrumentos que permita la adecuación del salario, al valor de los bienes y servicios, evitando el empobrecimiento de los asalariados.
Desde ya el equipo de asesores multidisciplinario ha venido realizando esfuerzos, de tal forma que una vez sea asumido el rol legislativo, los novísimos parlamentarios impulsen sus primeros debates en torno a la Ley de Protección Salarial y Anticipos de Prestaciones Sociales. Para ello debería ampliarse la base de beneficios laborales excluidos del régimen prestacional, pretendiendo un acceso más frecuente a mejores ingresos. Incluso reformar el tratamiento de los préstamos laborales, disfrute y pago de vacaciones y prestaciones sociales para que el trabajador pueda acceder a estos ingresos anticipadamente sin agravar aún más la comprometida situación de los empleadores.
Así mismo y con el propósito de acabar con los discursillos oficiales, empeñados en sacarles en cara a nuestros abuelos, los beneficios que sólo por la condición de haber llegado a la vejez tiene derecho, se impulsará la Ley de Pensiones Universales No Contributivas. Su objeto sería crear un beneficio vitalicio a todas las personas de edad avanzada, incluso a aquéllas que por su ocupación o por cualquier circunstancia no hayan contribuido al seguridad social o lo han hecho parcialmente. Este beneficio debería ser revisado constantemente para homologarlo a las remuneraciones de los trabajadores activos.
El resguardo de nuestros salarios y los ingresos derivados de las prestaciones sociales debe ser tarea primordial de la próxima bancada por el cambio, para ello habrá que insistir en la recuperación inmediata de todo el sistema de protección al consumidor que existía en leyes anteriores. Actualmente los derechos del consumidor apenas están listados en la Ley de Precios Justos. En consecuencia se someterá a discusión una Ley de Protección y Educación al Consumidor; su objeto sería desarrollar los derechos del consumidor, revisión de los presupuestos incumplidos; garantías de buen funcionamiento; devoluciones de productos y reintegro de precios entre otros.
Nadie detendrá los vientos de cambio que se avecinan, este 06 de diciembre es el inicio de la Venezuela que queremos; en paz, productiva y democrática. Vamos por ella y por nuestro futuro, a obtener una mayoría parlamentaria que le rinda cuentas claras al país.
DC/ Abog. Douglas Zabala/ @douglazabala