Con esta técnica, la creatividad y el placer podrán resurgir en tu pareja.
Cuando la pareja no encuentra un ritmo placentero a la hora del amor, puede probar con el juego de espejos. ¿Por qué? Porque ayuda a pulir la percepción, para prestar mayor atención a las sensaciones y emanaciones químicas del otro.
¿Cómo se practica? Hay que intercambiar los roles sexuales. Cada uno imita los movimientos que realiza naturalmente su compañero durante el juego erótico. Primero, uno actuará el papel activo y el otro lo imitará. Esta técnica de imitación en espejo es, justamente, la que se aplica para aprender cualquier técnica de baile.
Otra idea puede ser el juego de seducción: Los juegos de rol son de gran popularidad entre las parejas más fogosas. Entre estos roles, el de los extraños es uno de los grandes propulsores del misterio y la adrenalina. La regla es simple: jugar a tener sexo con alguien que acabas de conocer. Con la gran ventaja, claro, de que ya conoces sus gustos y existe la confianza para entregarse a lo que nunca te atreverías en la primera cita. El juego es más efectivo si se desarrolla toda la representación y la seducción, desde las primeras miradas hasta la llegada a la cama, pero intercambiando los roles.
Durante la escena sexual se pueden adquirir diferentes experiencias, mientras la pareja se conecta con creatividad y placer. Realizando este ejercicio una vez por semana y, luego, una vez por mes, se logran buenos resultados.
DC|MS