El grupo estudiantil representado por Ana María Peñasco, quien explicó que el reglamento interno de la Upel establece que no se puede llevar a cabo un semestre con menos de 11 semanas y tampoco permite la extensión del mismo, pues afectaría el curso de los intensivos que se realizan en los meses de agosto y septiembre.
Por su parte Luis Carrero, estudiante de la UPEL señaló que en vista de la situación, el pasado 23 de abril tomaron la decisión colectiva e irrevocable de exigir que se garantice la activación de las clases y la reprogramación del semestre.
De acuerdo a las leyes venezolanas, destacó el dirigente estudiantil, ni la Fapuv ni la Asociación de Profesores de la Upel (Aproupel) -por ser asociaciones civiles mas no sindicales-, están facultadas para convocar a un paro de actividades, lo que le confiere un carácter de ilegitimidad a las dos paralizaciones que se han dado desde las elecciones presidenciales, a la que se le sumará una tercera, de 96 horas, a partir del lunes 29 de abril.
Según Carrero, desde el 1 de abril se han suspendido las clases en la institución, lo que ha obligado a representantes estudiantiles a acudir a los medios de comunicación y a instancias de mediación como la Defensoría del Pueblo para rechazar la actitud de los docentes de esta casa de estudios, plegados por completo a las paralizaciones como supuestas medidas de presión para exigir un aumento salarial ante los ministerios de Educación Universitaria (MEU) y del Trabajo y Seguridad Social (Mintrass).
DC/AVN