A solo días del inicio de la campaña formal para las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre de 2015, el desconocimiento por parte de los electores de quienes son los candidatos de sus circuitos y lista es notable. Los electores han manifestados en diferentes encuestas que no conocen las propuestas resaltando que no saben quién es el diputado actual del circuito y no tienen claro las funciones reales que éstos ejercen en la Asamblea Nacional, lo que ha facilitado a las organizaciones políticas y candidatos a emprender campañas demagógicas en donde se atreven a prometer construcción de viviendas, hospitales, escuelas, universidades, carreteras, acueductos, como si las elecciones fueran a alcaldes o gobernadores y quienes se enfocan en prometer leyes se han atrevido a prometer leyes como Anti Hampa y Cero Colas, las cuales de seguro no podrán cumplir si logran el éxito electoral. Mientras los oficialistas han afirmado que programas sociales como misión vivienda, pensionados desaparecerán si no ganan la mayoría en la Asamblea Nacional.
Por su parte, los electores, a pesar de su desconocimiento en funciones, oferta electoral y candidatos, se enfocan en la crisis como elemento motivador para votar en contra de las fórmulas que apoyan al gobierno nacional o defender la hegemonía revolucionaria, “Crisis Vs Voto Castigo”. Asimismo, muchos electores piensan que el 7 de diciembre de 2015, habrá un nuevo gobierno y todo se solucionará como por arte de magia, y es importante dejar claro que son elecciones parlamentarias para elegir 167 diputados con sus suplentes lo cual significa que el 7 de diciembre de 2015 el presidente seguirá en sus funciones, lo que debe llamar a la reflexión de los candidatos que ganen las elecciones a pensar en Venezuela y no solo en sus intereses personales, para lograr el entendimiento, pues solo hay un camino legítimo y necesario, el diálogo y el entendimiento, si no se logra este objetivo los triunfos alcanzados serán fracasos a corto plazo.
En tal sentido, luego de las elecciones es necesario firmar un pacto de gobernabilidad para salvar a Venezuela, es necesario que se lean bien los resultados electorales, que quienes sean mayoría entiendan que no es para aplastar al adversario, y se tome en cuenta que el país necesita decisiones ejecutivas urgentes en las áreas económicas, como la unificación cambiaria, estímulo a la producción nacional, reforma tributaria, ajuste a los precios de la gasolina, eliminar el control de precios y estimular la libre competencia del mercado. Asimismo, que si candidatos de fórmulas independientes obtienen el triunfo que no se vendan tan rápido a los factores políticos, los cuales de seguro emprenderán un acoso sin precedentes para que se alinee a una de las fuerzas políticas polarizadas.
Bajo este posible escenario, al presidente Maduro le queda una ley habilitante hasta el 31 de diciembre de 2015, si sus aliados no obtienen la mayoría, no debe usar esa habilitante como instrumento de modificación de leyes para obstaculizar las funciones de la nueva Asamblea Nacional y si su fórmula es la ganadora debe permitir la apertura del debate en la Asamblea y hacer uso excesivo de solicitudes de poderes especiales, pues, el país requiere más debate.
Mientras tanto, muchos de los sectores radicales de la oposición han manifestado que el objetivo principal de ganar el 6 de diciembre de 2015 es para organizar un referéndum revocatorio al mandato del presidente Maduro, lo cual deben pensarlo muy bien, y verse en el espejo de lo ocurrido en el 2004, cuyos acontecimientos fortalecieron al presidente Chávez (referéndum), si la M.U.D. triunfa deben tener mucha calma en los objetivos a alcanzar, entendiendo que convergen 6 fuerzas que aspiran candidaturas presidenciales en el futuro y eso puede detonar en que la unión alcanzada para las elecciones del 6 de diciembre se disuelva por las evidentes aspiraciones de Leopoldo López , Henrique Capriles, Henry Falcón, Antonio Ledezma, María Corina Machado y Manuel Rosales, si no se sabe administrar el triunfo o se desconoce cómo afrontar la derrota, de seguro otros actores políticos aparecerán para ocupar esos espacios, como lo dijo Emilio Askart “Un país no es subdesarrollado por su escasa economía sino por la falta de actitudes positivas hacia el desarrollo”.
DC / S.H. Jesús Castillo Molleda / Profesor Universitario, Politólogo, Coach Político, Locutor / jcastillo@fundacionzuliaproductivo.com / @castillomolleda