Un taxista identificado como Elio José Carrizal Benavides, de 27 años de edad, fue asesinado cuando ingería licor con un grupo de personas en la avenida principal de Los Cortijos.
El hecho ocurrió el sábado a las 2:30 de la madrugada. La víctima se encontraba en compañía de su esposa, Luisángela de Carrizal, quien resultó herida por un proyectil que le rozó el brazo izquierdo.
Familiares del fallecido no supieron precisar en qué circunstancias se originó el homicidio.
“En la madrugada me llamaron los papás de Luisángela para decirme que ella estaba recluida en el hospital de El Llanito y que mi hijo había muerto tiroteado; él no frecuentaba ese lugar. La violencia en este país está horrible”, dijo Elio Carrizal, padre de la víctima.
Agregó que su hijo era el único varón y el menor de cinco hermanos y que dejó dos niños.
Robo y homicidio. El miércoles 11 de noviembre José Antonio Díaz, de 56 años de edad, se dirigía con su esposa a un CDI que está ubicado cerca del liceo Gran Colombia de El Cementerio. En el camino, se detuvieron a comprar desayuno. El hombre se bajó del vehículo y mientras su esposa lo esperaba un motorizado se le acercó a la ventana con una pistola para robarla.
Díaz forcejeó con el delincuente que le dio un disparo que le atravesó la espalda. El hombre le quitó el celular y los anillos a la mujer y huyó en su moto. Díaz fue ingresado a la Clínica Atías el miércoles y falleció al día siguiente.
Brenda Díaz, hija de la víctima, señaló que su padre vivía desde hacía ocho meses en los edificios de la Gran Misión Vivienda de la avenida Bolívar, al frente de la sede del Cicpc de Parque Carabobo.
Entre el viernes en la noche y el sábado en la mañana fueron ingresados 15 cadáveres a la morgue de Bello Monte.