Son 17 años de promesas incumplidas, de ofertas engañosas, de shows mediáticos, de ollas montadas para perjudicar y arrinconar al que piensa diferente, de falsas acusaciones. Creo que desde Goebbles no se había visto un uso tan desproporcionado y un abuso tan atroz de la propaganda.
Es un gigantesco ejercicio del «caradurismo» el repetir incansablemente una y otra vez el discurso del «buen vivir» por cada una de las voces autorizadas de este gobierno, mientras escasean los alimentos, las colas para comprar son cada vez mas largas e inclementes, el salario es sal y agua en el bolsillo del trabajador, el hampa se torna mas violenta y osada bajo el manto de impunidad que la cobija, educar a los hijos es tarea casi imposible y la salud esta cada día mas enferma. Es una verdadera ofensa a la inteligencia de un pueblo tratar de engañarle de manera tan artera.
Todo ha quedado en muchas y grandiosas promesas incumplidas, inauguraciones de obras no terminadas y colocación de primeras piedras de obras que nunca comienzan. Muchos planes de seguridad que lejos de disminuir la violencia y someter a un hampa desbordada, parecieran mas bien fortalecerla, adjudicación de viviendas que nunca se adjudican en la realidad. Todo se reduce a una grandiosa burla a quienes sufren las consecuencias de tanta indiferencia: los ciudadanos.
La promesa de la soberanía alimentaria solo llego a expropiar fincas y tierras productivas para luego abandonarlas, a intervenir empresas para que luego se convirtieran en infraestructuras improductivas, llenas de pasivos y generadoras de desempleo y escasez.
Seria tan bueno y esclarecedor que los señores que nos gobiernan nos explicasen de forma detallada que han hecho con la inmensa cantidad de dolares que recibió Venezuela en los años de la mayor bonanza petrolera de nuestra historia, que le explicasen al pueblo porque con esa ingente cantidad de recursos, en el país están repuntando enfermedades endémicas como la malaria que habían sido erradicadas en lo que ellos llaman «la cuarta república».
Parece ser que el cambiar el nombre a todo lo que se mueve y no se mueve, por denominaciones «rimbombantemente revolucionarios» no soluciona los problemas, porque el asunto no es de forma, es de fondo.
El engaño de la «guerra económica» como milagrosa herramienta del gobierno para lavarse las manos y escurrirle el bulto al desastre creado por la implementacion de controles, políticas económicas erradas, por la corrupción, la ineficiencia y la mediocridad, se cae por su propio peso. Si no es así, como se explica entonces que los pocos productos que ponen en el mercado las empresas en manos del gobierno tienen en los anaqueles los mismo precios que el de las otras marcas comerciales, o porque el café y el azúcar cuya producción también esta en sus manos no aparecen en los mercados.
Es grosero que un gobierno pleno de poderes, utilice todo el peso de los mismos para reducir por la vía que sea a sus disidentes, que use el dinero de todos los venezolanos para sacar ventaja desde el aparato del estado contra sus adversarios políticos en cualquier contienda electoral.
El populismo sin medida es solo instrumento de perpetuación en el poder solo por el poder.
Por esto es que la gente, el pueblo ya nos le cree mas. Se canso de que su esperanza por ese «mejor vivir» fuese utilizada como muleta para apuntalar a un sistema obsoleto y eternizarlo en el poder. Ya los venezolanos se cansaron de este socialismo del siglo XXI que termino convertido en una gran fabrica de miseria operada desde las alturas por una nueva élite política. La gente quiere un cambio para mejor y eso lo va a demostrar con millones y millones de votos este 6 de Diciembre.
DC / Freddy Paz / Diputado AN / @freddyspaz