Consejos para proteger tu piel de la contaminación

La contaminación no solo afecta a nuestra salud, también tiene consecuencias nefastas para nuestra piel. Los poros se tapan y al tener menos oxígeno, la piel se vuelve menos elástica, se deshidrata rápidamente, pierde luminosidad y puede sufrir irritaciones, alergias y a la larga envejecimiento prematuro. Te desvelamos las claves para proteger tu piel de los malos humos.

Madrid ha sufrido índices de contaminación muy altos en los últimos días, pero no solo la capital se ve afectada por la polución: Barcelona, Gijón, La Línea de la Concepción, Toledo, Málaga, Valencia, Murcia y otras ciudades españolas suelen superar los límites recomendados por la Organización Mundial de la Salud. Sabemos que esto tiene graves consecuencias para la salud: aumenta el riesgo de padecer enfermedades respiratorias como la neumonía o el cáncer de pulmón, y también de enfermedades cardiovasculares. Pero la contaminación también afecta a nuestra piel.

Es evidente que la piel se ensucia mucho más cuando vives en una gran ciudad que cuando estás de vacaciones en el mar o en el campo. Haz la prueba del algodón por la noche (no vale si estás maquillada) y verás cómo al pasarte un disco desmaquillante o una toallita por tu rostro después de todo el día, sale mucho más sucio en una población grande que cuando estás en un entorno rural, en la playa o en la montaña.

Esa suciedad, que no se aprecia a simple vista, se mete por los poros que se cierran y no dejan que nuestra piel respire y se oxigene. La consecuencia de todo esto es que la piel va perdiendo elasticidad, se deshidrata más rápidamente, y muestra un aspecto apagado y opaco. Además la contaminación incremente la producción de radicales libres, causantes del envejecimiento prematuro de la piel.

Tatel Velásquez, experta de belleza de Wahanda, la web de reserva de belleza online líder en Europa, afirma que «los efectos más visibles de la contaminación en nuestra piel son, por una parte, la falta de homogeneidad en el tono y, por otra, el envejecimiento prematuro. Pero también, tiene efectos mucho más profundos como la irritación e inflamación de nuestro rostro, dejándolo más vulnerable a las agresiones externas. Algunos de los efectos a largo plazo son la hiperpigmentación. Ya empiezan a salir los primeros estudios que asocian la contaminación con daños en el ADN que pueden acabar en cáncer de piel». Según la experta de belleza de Wahanda, «está demostrado que las personas que viven en una ciudad con altos niveles de contaminación envejecen un 10% más rápido que aquellos que viven en zonas rurales».

¿Cómo podemos proteger nuestra piel de la contaminación?
No existen fórmulas para proteger nuestra piel de la contaminación ni de los daños que ésta produce pero podemos hacer pequeños gestos que harán que nuestra piel sufra menos por la polución y se conserve luminosa, saludable y más joven por más tiempo. Los expertos de Wahanda nos ofrecen cinco claves para preservar la piel en una ciudad con altos niveles de contaminación:

1- Limpiar. Es lo más importante para una piel cuidada. Nada más llegar a casa, hay que limpiarse la cara con un producto adecuado adaptado a cada tipo de piel. Se retirarán todas las impurezas acumuladas del día y la piel podrá respirar adecuadamente. La limpieza o desmaquillado debe realizarse a diario mañana y noche. Además de vez en cuando podemos acudir a un centro de belleza para realizarnos una limpieza más intensa.

2- Proteger. Los agentes externos dañan nuestra piel sin darnos cuenta. Es importante aplicar una crema antes de salir de casa, aunque después vayas a maquillarte. Y es básico que el producto que elijas incluya filtros contra los UVA/UVB. Incluso en invierno, hay que protegerse de los rayos solares.

3- Nutrir. La falta de oxígeno y los gases contaminantes provocan en la piel carencias de vitaminas y, por tanto, falta de luminosidad. Las cremas ricas en vitaminas A, C y E serán necesarias para cuidarla apropiadamente. Por la noche es el momento de utilizar cremas más nutritivas e hidratantes, acompañadas de sérum o aceites faciales.

4- Purificar. A veces es necesario depurar la piel para una limpieza en profundidad. En casa debemos realizarnos una exfoliación semanal (hasta dos en caso de pieles grasas) y utilizar mascarillas también una o dos veces a la semana. Además en los centros de belleza podemos hacernos limpiezas y tratamientos más exhaustivos cuando los necesitemos.

5- Restaurar. De vez en cuando, es necesario ofrecer a nuestra piel tratamientos con oligoelementos, vitaminas y minerales para aportarle la nutrición apropiada y mitigar los signos de envejecimiento. En Wahanda cuentan con más de 250 centros que ofrecen tratamientos faciales que van desde limpiezas a tratamientos más complejos para fortalecer la barrera natural de nuestra piel.

En la galería superior puedes ver una selección de productos que te ayudarán a cuidar y proteger tu piel de la contaminación.

DC|MH

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