El secretario general de Acción Democrática, Henry Ramos Allup, dijo que tiene y exhibirá supuestas pruebas de la vinculación del asesino de un dirigente del partido en Guárico con «gente relacionada al gobierno».
«Se van a sorprender cuando vean las vinculaciones del asesino con gente relacionada con el gobierno, yo tengo en mi poder todos los expedientes, yo estoy esperando que digan todo lo que tengan que decir», dijo en un entrevista.
«El gobierno se va a sorprender cuando muestre los datos que tengo», agregó el también candidato a diputado por el Circuito 3.
Jorge Rodríguez, el jefe de la campaña electoral del oficialismo para las parlamentarias, introducirá una demanda en contra de Ramos Allup por «difamación» pues el representante de AD acusó el miércoles pasado a militantes del partido de gobierno de ser responsables del crimen del dirigente Luis Manuel Díaz.
Rodríguez, que también es alcalde del municipio caraqueño de Libertador, aseguró ayer que el dirigente asesinado pertenecía a una banda criminal y que su muerte se debió a un enfrentamiento entre grupos delictivos rivales. Asimismo, adelantó que ya los asesinos están identificados y que están siendo buscados por las fuerzas de seguridad.
El vocero de AD dijo que «ellos (el gobierno) me pueden denunciar y demandar lo que les parezca en el Ministerio Público, en los tribunales, en la corte celestial».
Reiteró que cuenta con «suficiente documentación, testimonios y circunstancias» que exhibirá «para que se determine que quien ejecutó ese homicidio impunemente con una ráfaga de pistola, porque ahí hubo más de diez tiros, es gente vinculada con el gobierno».
Comentó, además, que la pregunta que le hace a las autoridades es por qué si el dirigente fallecido era un criminal reconocido «y de altísima peligrosidad» como lo describió Rodríguez, no estaba preso.
«Esta es la manía recurrente del gobierno, siempre de convertir a la víctima en algo peor que el mismo victimario», dijo Ramos Allup que criticó al oficialismo por supuestamente acusar a la oposición de organizar los atentados de los que son víctimas.
DC|EFE