Un gran pedazo de los restos de un cohete SpaceX fue encontrado flotando frente a una isla británica remota, a más de 4.000 millas (6.500 kilómetros) de donde explotó después de despegar.
Se cree que los restos llenos de percebes incrustados –que miden aproximadamente 10 metros por cuatro metros y están decorados con una bandera estadounidense– vienen de un cohete no tripulado Falcon 9 diseñado por la compañía aeroespacial privada de Elon Musk.
Los cohetes son lanzados desde Cabo Cañaveral en Florida. Pero el objeto fue encontrado frente a las islas Sorlingas, un pequeño archipiélago al suroeste del continente británico.
Las palabras «Falcon 9» eran visibles en los escombros, dijo Joseph Thomas, un capitán de barco quien descubrió los restos en las aguas entre Bryher y Tresco en las islas Sorlingas, un jueves por la tarde.
«Mis primeros pensamientos fueron, podría ser una ballena o algo muerto flotando en la superficie porque las aves marinas se alimentaban de ellos», dijo Thomas, un capitán de Tresco Boat Services. «Resultó que estaban alimentándose de percebes».
Parecía que alguna escritura era visible en los escombros, por lo que habían temores de que pudieran ser de un avión. La realidad fue aún más notable.
«Una vez que lo llevamos a la orilla con la ayuda de otro buque, la guardia costera raspó algunos de los percebes y los quitó, y sucedió que en el primer lugar en donde rasparon, encontraron la bandera», dijo Thomas.
Martin Leslie, comandante de la zona costera de la guardia costera, dijo en un comunicado que los escombros «parecían ser más probablemente del SpaceX Falcon 9 no tripulado, el cual explotó en junio, poco después de despegar de Cabo Cañaveral».
Ese cohete había estado en una misión de reabastecimiento de la Estación Espacial Internacional y llevaba más de 2 toneladas de mercancías, incluidas las 1.500 libras de alimentos y provisiones para los tres astronautas allí.
En ese momento, esta era la tercera nave espacial en fallar en el reabastecimiento de la Estación Espacial Internacional en algunos meses.
SpaceX no hizo ningún comentario de inmediato.
El residente local, Pete Hicks, quien estuvo involucrado en traer los restos hasta la orilla, tuiteó: «remolcamos una parte de los restos flotantes anteriormente y los dejamos encallados. Creímos que podrían ser restos de un avión… nunca nos imaginamos que serían de un cohete espacial».
Los escombros se encuentran ahora en una playa en la isla de Tresco, en donde las autoridades estaban revisándolos en busca de números de serie que sirvan de enlace con SpaceX para identificar de qué misión vienen.
DC|CNN