Siguen llegando viajeros con visas fraudulentas al aeropuerto de Miami

Varios nuevos casos de uso fraudulento de visas han sido descubiertos en las últimas semanas por funcionarios de control de pasaportes en el Aeropuerto Internacional de Miami (MIA).

Registros del Tribunal Federal en Miami muestran que por lo menos cuatro casos de fraude con visa ocurrieron en MIA entre finales de octubre y mediados de noviembre con viajeros que llegaban de Argentina, Brasil y Guatemala.

Cuatro viajeros fueron arrestados después de que funcionarios de inmigración descubrieron que habían vivido ilegalmente en Estados Unidos y no reportaron ese hecho a los cónsules que emitieron sus visas de visitante. Bajo la ley federal, el no responder a una pregunta con sinceridad en una entrevista de inmigración o un cuestionario migratorio constituye una violación criminal que puede llevar a un caso penal en los tribunales.

En forma cada vez más frecuente, viajeros extranjeros llegan con visas genuinas en sus pasaportes, pero no pueden ingresan al país porque funcionarios de control de pasaportes descubren, al revisar sus documentos, que han cometido fraude. En la mayoría de los casos, estos viajeros se han quedado más allá del tiempo autorizado previamente; o han sido deportados anteriormente o han entrado ilegalmente a Estados Unidos y luego regresaron a su país por vía aérea sin ser descubiertos.

Los extranjeros que se quedan más del tiempo autorizado representan alrededor del 40 por ciento de los 11 millones de inmigrantes indocumentados en Estados Unidos. Y los que reingresan ilegalmente después de haber sido deportados anteriormente son ahora buscados por agentes de inmigración porque se les considera como infractores que se burlan de las leyes migratorias.

El primer caso en MIA en la más reciente serie de arrestos ocurrió el 23 de octubre cuando Carlos Enrique Salazar Ochoa llegó a bordo de un vuelo de American Airlines procedente de Ciudad de Guatemala.

Una denuncia penal presentada en la Corte Federal de Miami por un agente del Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) explicó lo que sucedió.

Después que Salázar presentó sus papeles, algo alertó al funcionario de control de pasaportes que no todo estaba en regla. Salazar fue sacado de la línea regular de inmigración y enviado a una sala de interrogatorios para ser cuestionado más a fondo.

Investigadores de CBP descubrieron entonces que Salázar había partido de Estados Unidos en avión el 30 de diciembre del 2006, pero no pudieron encontrar un registro de su entrada original. Por lo tanto, concluyeron que había entrado ilegalmente al país.

Cuando se le preguntó sobre como entró inicialmente, Salazar admitió haber entrado ilegalmente en el año 2000.

Aunque Salazar, de 36 años, se declaró inocente cuando fue instruido de cargos, más tarde cambió de opinión y se declaró culpable de los cargos. Desde entonces, ha sido condenado a tiempo cumplido y ahora está en espera de ser deportado.

Otros dos casos tuvieron lugar el mismo día, el 7 de noviembre.

Uno de ellos ocurrió cuando José Ronilto Lino llegó en un vuelo de American Airlines desde Belo Horizonte, Brasil.

Una denuncia penal de CBP dice que Lino admitió durante el interrogatorio que había entrado previamente los Estados Unidos de manera ilegal a través de la frontera con México después de pagar a un contrabandista de inmigrantes $8,000.

Lino, de 50 años, aceptó declararse culpable de los cargos y será deportado después de ser condenado, según documentos judiciales.

El segundo caso el 7 de noviembre tuvo lugar después de que Gislane Martins De Souza llegó también procedente de Belo Horizonte.

Martins De Souza admitió más tarde a los funcionarios de inmigración que entró de manera similar a través de la frontera mexicana y que su marido pagó a un contrabandista de inmigrantes por el servicio.

La denuncia penal no dice si Martins De Souza y Lino tienen alguna relación — pero ambos llegaron en el mismo avión. De Souza se declaró culpable y fue condenada a tiempo cumplido y espera ser deportada.

Agustín Darío Silva fue arrestado en MIA el 15 de noviembre después de llegar en un vuelo desde Buenos Aires, Argentina.

Registros de inmigración mostraron a los investigadores que Silva había estado antes en los Estados Unidos durante 90 días en el 2000 — pero se quedó más allá de su tiempo autorizado — por un total de más de ocho años, dice la denuncia penal. Los registros migratorios también mostraron que se había quedado más tiempo ilegalmente durante más de tres años, entre 1989 y 1993.

Silva, de 53 años, se declaró inocente y está en espera de ser enjuiciado.

DC|ENH

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