Según los datos preliminares del hecho, Villalobos no se percató del paso del tranvía de carga por las redes por donde, al parecer, podía llegar más rápido a su destino. El hecho fue que el joven deportista llevaba puesto los audífonos de su aparato reproductor de música y no se percató de la cercanía del tren.
Jesús María, de 16 años, se estableció en esa ciudad hace tres años persiguiendo el sueño de convertirse en pelotero de las Grandes Ligas, luego de haber tenido un paso exitoso por las categorías menores de la pelota caliente en Cartagena con la Academia Falcón y las selecciones Bolívar menores de las que salió varias veces campeón.
El joven era un receptor natural y por su corpulencia cuando niño siempre llamó la atención, además por su talento con el mascotín y poder al bateo. Sin embargo, fue tanta la pasión que le puso al deseo de convertirse en pelotero de las Grandes Ligas que con la ayuda de su difunto padre, Jesús ‘Perro’ Villalobos y de su madre Diana Lobo, se fue a la academia (Eleve8 Sports Institute) del explotero profesional puertorriqueño Luis Alicea, exjugador de los Mets de Nueva York, Medias Rojas de Boston, Cardenales de San Luis, entre otros equipos. La academia está ubicada en Delray Beach (Florida).
Una lesión en la mano de Villalobos lo llevó a dejar las prácticas de su academia en los últimos días para seguir sus trabajos de fortalecimiento muscular en el gimnasio antes de perder la vida de forma inverosímil.
Había estado por última vez en La Heroica hace dos semanas y compartió con varios de sus excompañeros de la Academia de béisbol de Orlando Cabrera (Cabrera Consulting) antes de regresar a los Estados Unidos.
DC | El Heraldo