No importa a cuántas entrevistas de trabajo hayas ido, la ansiedad generada por la expectativa nunca se hace esperar. La buena noticia es que puedes aprender a tomar el control de la situación para que los nervios no arruinen tu oportunidad. En Eme de Mujer te decimos cómo prepararse para una entrevista de trabajo.
Pasos para prepararse para una entrevista de trabajo
Es importante que te acuestes temprano la noche anterior a tu entrevista de trabajo, así te verás fresca, tu cabeza estará descansada para funcionar a plenitud y no correrás el riesgo de quedarte dormida. Si tienes problemas para conciliar el sueño, aplica algunos tips para dormir mejor.
La puntualidad es una de las cualidades más apreciadas. Si te citaron a las 9 am, es preferible que llegues media hora antes y tengas que esperar un poco a que te retrases y tengan que esperar por ti. Nunca sabrás que podrás encontrarte en el camino, así que es preferible ahorrarte un mal rato y salir con tiempo.
Recuerda que la primera impresión nunca se olvida, así que asegúrate de generar una buena imagen para tu entrevista de trabajo. Elige ropa y calzado acorde para la ocasión, peina bien tu cabello y no te maquilles en exceso. Si no sabes qué color usar para una entrevista de trabajo, evita los estampados y tonos muy llamativos y usa algo convencional que te haga sentir segura.
La clave del éxito es la preparación. No dejes espacio para la improvisación y si es necesario, párate frente al espejo la noche anterior a practicar la forma en que te presentarás. Repasa mentalmente tus fortalezas, debilidades, experiencias laborales y formación profesional. Busca información de la empresa y del cargo al cual te estás postulando y recuerda llevar contigo a la entrevista de trabajo tu currículum, una libreta y un bolígrafo.
Existen ciertos códigos que debes mantener al momento de dirigirte a tu entrevistador, como cuidar tu pronunciación, no decir malas palabras o hablar fuerte y claro. También debes prestar atención al lenguaje corporal. Una buena forma de empezar será saludar al entrevistador estrechando su mano de manera firme pero breve. Cuida tu postura, mantente erguida y no te recuestes sobre la mesa. Evita las típicas señales de nerviosismo como morderse las uñas o mover el asiento de un lado a otro.
Esta es quizás la parte más difícil de prepararse para una entrevista de trabajo, pero es necesaria. Deja a un lado los nervios y realiza respiraciones profundas que ayuden a normalizar tu ritmo cardíaco. La noche anterior o minutos antes de la entrevista puedes hacer estiramientos, escuchar música o realizar cualquier otra actividad que te ayude a relajarte.
Si no crees en ti misma es difícil que lo demás lo hagan. Tienes que confiar en que tus habilidades y destrezas son lo suficientemente buenas para el cargo al cual te estás postulando. Recuerda que ya superaste el primer obstáculo al ser llamada, piensa en eso como un incentivo para llenarte de ánimo.