Siempre he sido escéptico sobre la creencia de que se puede tumbar una dictadura comunista con votos. Los ejemplos históricos de dictaduras que han salido por respeto a elecciones populares, han sido dictaduras militares o regímenes de transición; por el contrario, las dictaduras comunistas que todavía existen , pueden hasta abrirse al mercado, pero jamás sueltan el poder político que lo ejercen de forma totalitaria, verbigracia China, Corea del Norte, Cuba. La columna vertebral de ese poder omnipotente es el control absoluto sobre las Fuerzas Armadas y por lo tanto el apoyo irrestricto de éstas al régimen totalitario.
Pues bien, contra todas las expectativas y sobre todo, al contrario de su característico comportamiento de guardia pretoriana durante 17 años, las Fuerzas Armadas venezolanas, decidieron comportarse institucionalmente y hacer valer la voz del pueblo venezolano, quien por arrasadora mayoría -pues para que aparezcan 112 diputados para la oposición debe haber ganado por lo menos 128-, decidió darle un primer golpe mortal a la dictadura comunista del títere Maduro.
Tres factores considero clave en este triunfo:
1) La tenaz lucha de Lilian Tintori, Mitzy Capriles y la Alcaldesa de San Cristóbal, esposas de los presos políticos López, Ledezma y Ceballos. Desde febrero del 2014 el movimiento de La Salida arrinconó a los colaboracionistas de la MUD y obligaron a la dictadura y sus aliados disfrazados de demócratas a ir a elecciones, y con estos líderes políticos presos, el juego era en otra dimensión, la oposición no podía pasar agachada; luego el liderazgo de la campaña pasó a manos de estas férreas líderes, quienes con María Corina Machado, lograron este triunfo y seguramente obligarán ésta vez sí a cobrar, pues con 2/3 de la AN es inconcebible que no entronicen un plan legislativo anti dictadura, que sin ser revanchista ejerza el poder a favor de la libertad y la democracia para beneficio del pueblo venezolano.
2) La terquedad de Maduro y su equipo, que quiso huir hacia adelante con una radicalización del programa de gobierno, especialmente en lo económico a sabiendas de que el radicalismo ideológico en la política económica solamente da nefastos resultados; esto agravó la crisis económica lo que generó un rechazo contundente del pueblo, a punto que hasta en los sectores más radicales chavistas como el 23 de Enero y Catia en Caracas, donde hacía un año sacaban a tiros a los opositores ganó la oposición. Los exiguos 55 diputados del castrochavismo los sacaron en los sectores rurales donde podían fácilmente ejercer el fraude que tenían planeado, y que no pudieron hacer en los sectores urbanos, por la ahora sí eficaz estrategia antifraude de la Mud.
3) El cambio de actitud internacional. Ahora por fin los sectores democráticos internacionales se apersonaron de la lucha democrática de los venezolanos, un grupo numeroso y muy heterogéneo de líderes internacionales, sobre todo expresidentes lideraron el proceso de llamados de alerta sobre el peligro de una entronización definitiva de la tiranía venezolana. La labor jugada por los Expresidentes, liderados por nuestro Andrés Pastrana, fue encomiable. Y lo que no se había visto se logró en la última semana: que gobiernos en ejercicio como los de Reino Unido y España se pronunciaran al respecto. El triunfo de Macri y su frentera posición respecto a Venezuela obviamente aclaró mucho el panorama.
Todo esto hizo que los cuadros medios de las Fuerzas Armadas despertaran ante la realidad nacional y vieran que no podían seguir de esclavos pretorianos de unos mafiosos líderes gubernamentales que solamente les arrojaban unas sobras del cuantiosísimo multimillonario negocio del narcotráfico e hicieron saber al Alto mando que no permitirían un fraude más; obviamente Padrino tuvo un papel fundamental por ponerse los pantalones bien puestos frente al maléfico dúo Maduro- Cabello; pero fue una posición obligada, sino lo hacía él, lo harían los COMACATES, pero por lo menos impidió un baño de sangre y eso debe reconocérsele.
En mi anterior artículo señalaba los probables escenarios electorales y daba como el ideal pero improbable el que sucedió de la aceptación del triunfo; felizmente me equivoqué; ya se dio un primer paso para eliminar la infame tiranía venezolana. Mi hermano Gerardo, que por los años de diferencia en edad que tenemos, y su inexperiencia en política, aún no ha perdido su idealismo utópico me señalaba que siempre había una primera vez; pues bien el milagro venezolano, está en contra de toda la lógica racional, las teorías y experticias políticas internacionales y sobre todo el comportamiento egoísta de la mayoría de los actores políticos contemporáneos; en el 6D se dio por primera vez que la tiranía aceptara que no pudo implementar a cabalidad su macabro fraude electoral y cedió ante el clamor popular de cambio.
Este milagro es por supuesto solamente un primer paso; hasta no haber extirpado completamente a la tiranía no se habrá triunfado y para lograr esto la mayoría parlamentaria deberá dejar su pusilanimidad y actuar conforme al llamado popular de cambio; la primera acción deberá ser la amnistía de los presos políticos y luego de esto proceder a las reformas constitucionales pertinentes para revocar la tiranía de una manera legal, pacífica y democrática, pero sin concesiones con ella.
Finalmente quisiera excederme unas breves palabras para recordarle al farcsantismo que este triunfo de la democracia en Venezuela es también un primer aviso a sus pretensiones de implantar el Socialismo del Siglo XXI en Colombia; sería inaudito que cuando sobran vientos de cambio en el continente, Colombia se embarque por el ego del camarada Santiago en implantar la dictadura de los narcoterroristas y criminales de lesa humanidad; más del 80% que rechaza las condiciones de entrega del país a las Farc y debe ser movilizado a votar NO en el espurio plebiscito de la impunidad pro Farc. Si en Venezuela contra una tiranía ya instalada hace 17 años se pudo, acá con una dictadura que apenas comienza instaurarse se puede; si no, nos dispondremos a vivir por lo menos otros 17 años en el espejo de tiranía hambreadora a la venezolana, con circunstancias agravantes, pues los castrochavistas venezolanos son unos niños de pecho en corrupción, crimen y crueldad ante los criminales de lesa humanidad de las Farc.
DC/ PHD Alberto López Núñez / @alopeznunez