¿Cuál sería tu reacción ante el ataque de un gigantesco oso pardo? No es una pregunta sencilla, pero es probable que la mayor parte de la gente optase por escapar, tratando de evitar un enfrentamiento directo. Existen excepciones como la de Sergey Ananov, el hombre que venció a tres osos polares tras una desafortunada avería en su helicóptero; pero la huida parece la reacción natural más común e incluso lógica, dadas las insalvables diferencias de tamaño y fuerza.
Por supuesto, en realidad son pocos los que se han visto en una situación semejante. Y uno de ellos es Ralph Persson, un cazador sueco que ha dejado boquiabiertos a miles de usuarios de YouTube. Mientras entrenaba a uno de sus perros en el bosque, en compañía de su esposa Anna, este hombre vio cómo un oso de gran tamaño corría hacia él. Lejos de dejarse llevar por el miedo, Persson decidió plantar cara al animal; y lo hizo de la forma que puedes ver en este vídeo.
Hemos conocido esta alucinante historia a través del blog Digg. Tal como acabas de ver, Ralph Persson no echó a correr despavorido, sino que se mantuvo firme, esperó a que el oso estuviese realmente cerca de él y, abriendo los brazos, profirió su grito más aterrador. Como si el miedo cambiase de cuerpo, el oso cambió de idea y de dirección para regresar a las profundidades del bosque nevado. Nadie salió herido, pero indudablemente Ralph puede sentirse ganador.
Tanto Persson como su esposa Anna estaban filmando el entrenamiento de su perro, cada uno con su propia cámara, por lo que el sobrecogedor momento en que el oso está a punto de abalanzarse sobre el hombre puede verse desde dos ángulos distintos. La anécdota ha sorprendido a internautas de todo el mundo y acumula más de cuatro millones y medio de reproducciones en YouTube.
«Para ser justos, yo también tendría miedo si un sueco loco me grita de ese modo», bromea un usuario en los comentarios del vídeo. «Pobre oso, necesitará ayuda con el estrés postraumático», añade otro. Chistes aparte, seguro que Ralph Persson no olvida jamás un momento como este. Ojalá que nunca vuelva a encontrarse en circunstancias similares: no parece probable que todos los osos del mundo sean tan asustadizos como el que se cruzó con él.
DC | ABC