Puede que la crítica y el público no acaben de consagrarla, pero a día de hoy podemos asegurar que «Suicide Squad» (Escuadrón Suicida) es, sin haberse estrenado, todo un éxito. La película de David Ayer basada en un libreto de la DC Comics estrenó su primer ‘teaser’ el pasado 13 de julio, en medio de la Comic Con. Como se suele decir en estos casos, rompió Internet: se convirtió en trending topic, generó cientos de artículos a favor y en contra y el video acumuló en su canal de Youtube más millones de reproducciones.
El pasado diciembre la revista Empire publicaba un número especial con cuatro portadas diferentes, retratando a varios de sus protagonistas. La obsesión por «Suicide Squad» volvió a trasladarse del papel a la web y cientos de páginas analizaron entonces qué podía esperarse de la película en base a unas pocas fotos. Hoy ha vuelto a suceder. Ya está entre nosotros el primer tráiler oficial de «Suicide Squad» y Twitter ha hablado. Más bien no ha callado en toda la mañana. La fiebre por esta película ha empezado antes aún de que podamos intuir algo sobre su argumento. ¿Estamos ante una estrategia de marketing tremendamente hábil o hay un interés real en la nueva producción de Warner?
Analizamos los puntos que han convertido «Suicide Squad» en la crónica de un éxito anunciado.
El morbo de Joker. Jared Leto asombró a la crítica por su poderosa interpretación en «Dallas Buyers Club» (El Club de los Desahuciados). El público esperaba con ansias ver cuál sería su siguiente papel y cuando se confirmó que este sería como Joker en la cinta que nos ocupa, el interés fue en aumento. El personaje tiene una increíble influencia en la cultura popular y ya cuando a mediados de los 2000 se anunció que Heath Ledgertomaría el testigo de Jack Nicholson en «El Caballero Oscuro» (David Nolan, 2008) corrieron ríos de tinta. La muerte prematura de Ledger no hizo más que alimentar una leyenda que el propio Nicholson fomentó. «Se lo dije», declararía el actor sobre la prematura muerte de Ledger. Se refería de esta forma tan ambigua a que ambos conversaron sobre el Joker y Nicholson advirtió a su predecesor de los riesgos de aceptar un papel tan oscuro. La leyenda negra del Joker había comenzado a tomar forma.
Su hábil apropiación de estéticas ajenas. En el primer tráiler vemos a Margot Robbie (Harley Quinn) encerrada en una jaula en una habitación de techos altos. El escenario recuerda, inevitablemente, a una de las escenas más memorables de un clásico del terror: «El Silencio de los Inocentes» (Jonathan Demme, 1991). No es la única referencia, más o menos explícita, que nos deja entrever el tráiler. La propia estética del personaje de Robbie es un homenaje (o plagio, según la maldad de quien lo mire) a Debbie Harry. A la hora de concebir el personaje, el director desechó la estética del personaje original (Arlequín, la novia de Batman que pudimos ver en su serie de dibujos animados a mediados de los noventa) y se decantó por una sesión de fotos de la cantante de Blondie hecha a finales de los sesenta.
El resultado fue un éxito, elogiado por los propios creadores del personaje y por el público objetivo del filme: el de Harley Quinn fue el disfraz más buscado en Google de cara al pasado Halloween. Pero si hay un personaje que ha calcado su look de otra persona ese es El Diablo. Jay Hernández, el actor que lo interpreta, luce un rostro tatuado a imagen y semejanza del modelo y artista canadiense Rick Genest, conocido por ser el bailarín que acompañaba a Lady Gaga en el videoclip de «Born This Way».
Su manera diferente de hacer tráilers. Si los dos tráilers vistos hasta ahora de «Suicide Squad» se han hecho virales es, básicamente, porque son buenos. Y diferentes. Aquí no vemos el famoso efecto Origen (ese bruuuum machacón y repetitivo que acompaña cada nueva escena del tráiler y que popularizó la película de Nolan). Sus productores han optado por una fórmula arriesgada. Si en el ‘teaser’ escogieron una versión lírica de la canción de los Bee Gees «I Started a Joke» (atención al guiño friki al personaje de Leto) en este segundo avance han optado por la archiconocida «Bohemian Rapsody» de los Queen, que también guarda en su letra más de una referencia al argumento de la película y ofrece, con sus cambios de ritmo y tempo, una banda sonora distinta a la que suele acompañar a este tipo de películas.
La forma de conjugar los ingredientes del éxito de otras cintas de superhéroes. La saga de «Batman» que relanzó Christopher Nolan cambió las reglas del juego en el trillado subgénero de los superhéroes. Demostró que estas películas podían tener un trasfondo adulto y arrastrar al cine a otro público más allá del adolescente. Las diferentes entregas de «Iron Man» (y en menor medida el «Spiderman» de Sam Raimi) comprobaron que el humor podía ser el ingrediente secreto del éxito en estos filmes. «Suicide Squad» juega, al menos en la forma de presentarse, con estos dos elementos y se mueve entre la estética oscura y adulta y el humor más irónico.