En una manifestación convocada el pasado sábado en la caraqueña Plaza Brión de Chacaíto, los dirigentes de la oposición celebraron el primer triunfo parlamentario desde que se instalaron oficialmente el 5 de enero por haber objetado el Decreto de Emergencia Económica que solicitó el presidente Nicolás Maduro para su aprobación hace una semana.
El acto político del «23 de Enero» con motivo de la caída del dictador Marcos Pérez Jiménez, hace 58 años, se nutrió principalmente de los militantes de los partidos que integran la alianza Mesa de la Unidad Democrática.
La celebración política compitió con la jornada de «hacer mercado». El sábado es un día en el que los venezolanos hacen cola de manera religiosa paracomprar los escasos productos que ofrecen los mercados a precios «prohibitivos» que asustan hasta a los más pudientes. La inflación de 2015 cerró con más de 270 %, según cifras extraoficiales. Y el FMI estima una inflación de 720% para este año y un decrecimiento de 8% (el año pasado fue de -10%) para Venezuela.
Ante esos espeluznantes pronósticos, Chúo Torrealba, secretario ejecutivo de la MUD, y Julio Borges, jefe de la bancada parlamentaria de la oposición, han comentado a ABC que la Asamblea Nacional por unanimidad votó en contra del decreto de emergencia económica porque «es más de lo mismo o peor. Queremos que el Gobierno se apriete el cinturón».
José Guerra presidió la comisión parlamentaria que elaboró el informe de objeciones. Dijo que el decreto de Maduro solicitaba poderes extraordinarios sin límite y disponer del presupuesto sin ningún control. «Y nosotros no íbamos a permitir que amputaran la Asamblea de sus funciones de control y supervisión».
Para el presidente Nicolás Maduro fue «una torpeza gigantesca negar el decreto» porque «le han dado la espalda al pueblo». Héctor Rodríguez, jefe de la bancada chavista, dijo que la oposición solo quiere «tumbar» a Maduro dentro de 6 meses y no trabajar por el país.
En la tarima de oradores de Chacaíto, Henry Ramos Allup, presidente del parlamento, señala que no le iban a dar un cheque en blanco a Maduro para que hiciera lo que le diera en gana y terminara de destruir la economía nacional. «No vamos a renunciar a nuestra función de controlar y supervisar al Ejecutivo».
Delsa Solórzano dijo que ahora Maduro «no puede ejecutar el decreto, por lo menos, en el uso del presupuesto sin control, como quería, ni ocupar y tomar los bienes de las empresas privadas, ni otorgar licitaciones y contratos. Ahora le vamos a controlar todos sus gastos y movimientos».
DC|ABC.España