La actuación de Neymar durante el último encuentro del año 2015 disputado por el Barcelona ante el Betis en el Camp Nou ha generado preocupación en el Camp Nou por el exceso de individualismo mostrado por el crack brasileño, que regaló a los aficionados muchos de sus detalles técnicos exclusivos, pero que también mostró su lado oscuro.
Ese que le aleja del juego solidario y asociativo que le ha caracterizado hasta ahora durante su estancia en el Barcelona para buscar el lucimiento personal de un pichichi que no quería dejar de serlo y que buscó de manera obsesiva el gol.
La actitud de Neymar ha causado sorpresa entre sus compañeros y también entre el cuerpo técnico, ya que Leo Messi, Neymar tiene que estar por encima de los goles y la eficacia de su juego debe estar sincronizada a su contribución a los éxitos del equipo.
Asi mismo ante el Betis los aficionados vieron a un Neymar diferente, quizá un Neymar que plantea cada partido como un escaparate para vender su mercancía lejos del Camp Nou.
Un Neymar que a diferencia de otras ocasiones, buscó la portería de forma obsesiva y a veces sin tener en cuenta que otros compañeros estaban mejor situados que él para probar fortuna con el gol.
DC/Meridiano