Edgar José Villegas Perdomo, de 25 años de edad, es el quinto miembro de la familia ultimado en seis años, contó su mamá, Carolina Perdomo, en la medicatura forense.
A Villegas lo hirieron en el barrio San Miguel de la Cota 905, el jueves a las 9:00 am. Le dieron tres tiros cuando fue a cobrar un dinero que le debía un hombre. Dos horas después murió en el Hospital Pérez Carreño. Una vecina fue quien lo trasladó al centro asistencial cuando llegó de llevar a su hijo al colegio. Decidió auxiliarlo al verlo herido, tendido en la calle.
Carolina Perdomo ha perdido en hechos violentos a tres hermanos, un sobrino y al segundo de sus cuatro hijos.
Hace 6 años mataron a su hermana Alejandra Montilla, en Maturín, estado Monagas. Ella indicó que se trató de un sicariato. Freddy Montilla, de 24 años de edad, fue asesinado en Caricuao. Era mototaxista. Hace dos años mataron a Gabriel Montilla, sobrino. Dos años antes le quitaron la vida a Tairo Perdomo, de 22 años, en Carapita. El hecho ocurrió cuando tomaba licor con unos amigos. Como se les acabó la bebida, salió a comprar más.
“Este gobierno no hace absolutamente nada para que la gente pierda las perspectivas de lo que ocurre. A todo el mundo le toca. A todos nos llega. Siempre es la delincuencia”, afirmó.
“La orden es matar, aquí se han perdido los valores”, agregó Jennifer Sangroni, tía de Alexander González Sangroni, de 21 años de edad, ultimado este miércoles por una comisión de la PNB, en El Guarataro, cuando fue interrogada sobre el suceso. Indicó que su sobrino laboraba con su mamá en una venta de ropa, en El Cementerio. “Por eso ni los delincuentes los respetan a ellos (los policías)”, indicó.
No quiso hacer ningún llamado a las autoridades porque piensa que la muerte de su sobrino quedará impune.
Un total de 396 cadáveres han sido ingresados a la morgue de Bello Monte en el transcurso de este mes. De jueves a viernes han llevado 13 cuerpos a esa dependencia.
DC|EN