Las bolsas de tela y los canastos regresan al momento de mercar. Diferentes países buscan con campañas, impuestos y castigos que la gente deje de utilizar las bolsas plásticas.
“No uso bolsas plásticas, gracias”, “no me des la bolsa”, “uso menos bolsas”. Con frases como estas, organizaciones ambientales, almacenes de cadena y entidades oficiales desestimulan entre los compradores del mundo, el empleo de bolsas plásticas.
Las razones son de peso. Parques naturales, ríos, humedales y mares son contaminados a diario con estos implementos que tardan entre 400 y 1.000 años en degradarse. Es más, muchos de ellos terminan en los estómagos de aves, peces y mamíferos que comparten su hábitat con las bolsas y acaban engulléndolas al creer que son comida o al no tener cómo defenderse de ellas.
Por suerte eso está cambiando. En los supermercados cada vez es más frecuente ver amas de casa, ejecutivos, jovencitas, estudiantes, trabajadores, en general gente que es consciente del perjudicial impacto de las bolsas al planeta, transportando sus compras en bolsas de telas de colores (las hay verdes, color tierra, naranja, camel) con ruedas, sin ruedas, tulas o bolsos de mano.
Hace más o menos nueve años los mismos almacenes de cadena comenzaron a impulsar esta conducta, como fue el caso del Grupo Éxito y Carrefour, hoy Jumbo (Cencosu), y desde hace unos cinco años lo están haciendo las entidades oficiales. La Secretaría Distrital de Ambiente en Bogotá, por ejemplo, desde 2011 está promoviendo el uso racional de las bolsas a través de la campaña “Si el planeta quieres cuidar, menos bolsas debes usar”.
Para ello la entidad realizó alianzas con grandes superficies, supermercados y tiendas de cadena, como Almacenes Tía, Olímpica, Homecenter, Falabella, Alkosto, Colsubsidio y librerías Panamericana, que han utilizado el mensaje de la campaña en sus bolsas.
Un año después, la Secretaría hizo la evaluación y concluyó que Homecenter y Olímpica se destacaron por las estrategias publicitarias que educaban a empleados y consumidores para reducir el uso de bolsas plásticas.
Homecenter además creó Escuela de Cajas para capacitar a los cajeros en la racionalización de bolsas. Esta estrategia le permitió en ese momento una disminución del 30 por ciento del uso de estos empaques.
Hoy, gracias a esas campañas, es común que en la tienda de la esquina o en los supermercados de cadena el empacador pregunte al comprador si necesita bolsa, a lo cual, por el bien del planeta, todos tendríamos que responder: “no, gracias”.
¡Dar ejemplo!
– Las Islas Galápagos, en las que el famoso científico inglés Charles Darwin formuló la teoría de la evolución de las especies, prohibirán a partir del 10 de agosto a turistas y residentes el uso de bolsas plásticas.
– Irlanda tiene un impuesto al uso de bolsa desde hace 14 años.
– China prohibió en 2007 la manufactura, venta y uso de bolsas plásticas con un espesor menor a 0,00098 pulgadas.
– México D.F. puso hace cinco años una multa a empresarios que den bolsas a sus clientes.
– En Hawái las tiendas están obligadas a partir de este año a no utilizarlas.
DC|Agencias