En la celebración de la Semana Santa muchos políticos suelen aparentar ser santos ante sus seguidores, en una suerte de perdón y arrepentimiento por los actos ejercidos. La historia ha dado muestra de cómo la iglesia ha beatificado a figuras políticas como: Santo Tomás Moro, Martí patrono de los gobernantes y políticos, Beato Alberto Marvelli, Beato Pablo Meléndez González, Beato Carlos de Habsburgo, San Luis XI, San Fernando III, San Esteban, San Vladimiro, San Wenceslao. Asimismo, en los discursos de los gobernantes hemos visto como unos sacan la cruz y la camándula para prometer rectificación, otros dicen que todo mejorará porque Dios proveerá, mientras que otros participan en liturgias y procesiones, o justifican su participación en la política porque esa es la voluntad de dios, y otros con recursos públicos financian templos, iglesias, seminarios, capillas, santuarios, monumentos religiosos, los políticos hacen esfuerzos en venderse como santos, lo cierto es que los ciudadanos deberían ser como Santo Tomas de Aquino, ver para creer, porque en días de campaña se promete lo incumplible. Pero mientras existan ciudadanos creyentes en los políticos santos sin duda el camino será más difícil en provocar los cambios esperados.
La política en Venezuela se ha vuelto aburrida y llena de mentiras por parte de los políticos y gobernantes, el país se encuentra a la deriva, sin propuestas claras para lograr vencer el pesimismo, el atraso, el estancamiento, el desabastecimiento, la inflación, la inseguridad, la desinversión en servicios públicos, los cuáles son celestiales, y que obligan a esperar un milagro que salve a Venezuela. Hay tantos políticos santos que ya hay hasta candidatos lanzados a las elecciones a gobernaciones (las cuales, ni siquiera el Consejo Nacional Electoral no ha anunciado), otros con su manto sagrado prometieron una Ley cero colas para ganar un curul en la Asamblea Nacional, que luego obtuvieron, y no cumplieron ni con la ley ni con la eliminación de las colas; otros ya son candidatos presidenciales, mientras tanto, el presidente anunció un auto paro improductivo dando tres días de asueto extras en la semana mayor y anunció un santo milagro y es que Venezuela exportaría vehículos para Ecuador y Bolivia y en el país no hay vehículos en las concesionarias para comprar en bolívares; y repuestos para exportar a Argentina, y el mercado interno desabastecido.
Mientras se espera un santo remedio, los ciudadanos carecen de medicamentos lo que refleja que hacen falta más acciones tangibles y no solo esperar que Dios provea. El gobierno se empeña en seguir con un modelo obsoleto, y a partir de la visita del Presidente Obama a la isla de Cuba, sin duda ya el modelo caducó, porque los más fanáticos ya se arroparon al capitalismo rentista. Los políticos santos se han atrevido a afirmar que para que haya agua Dios debe enviarnos lluvia, y ante la ausencia de medicinas para pacientes afirman que Dios lo sanará, que para que los presos políticos salgan libres es Dios quien los liberará, que para que exista mayor seguridad Dios nos cuidará, que para que aparezcan los alimentos solo Dios los reproducirá, si todo está en manos de Dios sin la mínima ayuda de los gobernantes, entonces es hora de que todos pongan sus cargos a la orden.
Los resultados de los malos gobiernos no son responsabilidad de Dios, ni de los santos, son responsabilidad de la clase política que gobierna y de los electores que los eligen. No es ético evadir responsabilidades y buscar excusas para justificar lo injustificable, la fe y la esperanza en Dios es lo único que los gobernantes no pueden destruir. Los verdaderos santos solo saben ayudar y estar al lado de quienes lo necesitan sin condiciones e intereses, Dios estará siempre protegiendo a todos sin distingos partidistas, de colores políticos, ni religión. Un Santo no excluye, no quita, no roba, no miente, como lo dijo San Antonio de Padua “Un cristiano fiel, iluminado por los rayos de la gracia al igual que un cristal, deberá iluminar a los demás con sus palabras y acciones, con la luz del buen ejemplo”. Son pocos los políticos y gobernantes que puedan mostrar buenas acciones, los milagros solo existen cuando se trabaja con fe y se guían los esfuerzos para lograrlos.
DC / S.H. Jesús Castillo Molleda / Profesor Universitario, Politólogo, Emprendedor, Locutor /jcastillo@fundacionzuliaproductivo.com.ve / @castillomolleda